LA CONJURA

lunes, 20 de agosto de 2012

LA MADRE

LA MADRE. MÁXIMO GORKI


“Somos los primeros en el trabajo y los últimos en la vida” M.Gorki.



Dice mi amiga C*** que hay tantos lectores como temperamentos. Que algunas obras tienen su momento clave, transcurrido el cual, no tiene sentido leerlas.


Esto último me ha ocurrido a mí con la novela "La Madre", de Máximo Gorki, obra principal del socialismo soviético gorkiano, que debí haberlo leído hace mucho tiempo –existiendo la CCCP— y no ahora, cuando me parece un panfleto del partido comunista –inexistente en muchos países—.

Pelagueia Vlasov, la Madre de Pável, representa el alma rusa, un alma que es femenina sin duda. Porque Rusia es una gran mujer, una matriuska que lleva el sustento familiar a sus espaldas, cobradora del metro y el autobús, obrera en las fábricas, enfermera en los hospitales, organizadora en los museos, trabajadora incansable mientras sus hijos y maridos se consumen en el vodka. Así lo ha vivido mi maridito en su viaje a San Petersburgo, ahora, cuando hace  más de veinte años que colapsó la URSS.

“Todos somos hijos de una misma madre, de la idea invencible de la fraternidad de los trabajadores de todos los países de la tierra. Ella nos da calor, es el sol en el cielo de la justicia, y este cielo está en el corazón del obrero…”

Gorki narra la miseria, las condiciones de vida y las injusticias cometidas contra el proletariado en tiempos de los zares.

Según Mario (Vargas Llosa), no es que Gorki sea un recalcitrante comunista, él se limitó a denunciar las desigualdades sociales y la discrepancia que cualquiera sentiría ante las medidas dictatoriales y falta de respeto hacia los derechos humanos, y lo hace, (según Mario) en una novela con altísima calidad literaria.

Gorki muere en el año 1936, en pleno stalinismo y en extrañas circunstancias, pero no se suicida como el poeta Maiakosky.

Pelagueia Nilovna Vasilievna, la protagonista, tiene una vida miserable junto a su hijo Pável y a su marido que la maltrata:

“La gente estaba acostumbrada a que la vida oprimiera siempre, con la misma fuerza, y, sin esperar ningún cambio favorable, consideraba que toda mudanza sólo podía lugar a una opresión mayor.”

Cuando el marido muere, su hijo empieza a frecuentar ambientes revolucionarios, a llevar a casa los camaradas de la revolución, y la madre se convierte en la Madre de todos ellos. Sufre la prisión del hijo como algo doloroso aunque necesario para la causa. Aprende a leer, sirve de correo de la propaganda y por primera vez empieza a ser persona (se es persona cuando se lee y se entiende para qué se lee).

Un poquitín pesado -para el gusto de los usuarios del iPhone actual-, sobran páginas.



• “No te pido más que una cosa: ¡no hables con la gente sin preocupación! Hay que recelar de ella: ¡todos se odian unos a otros! Viven para la codicia, viven para la envidia. A todos les alegra hacer daño. […] La gente es mala sí… Pero cuando supe que en la tierra hay una verdad. ¡los hombres me parecieron mejores! […] En cambio ahora todos me parecen distintos de antes; ¿será que me dan lástima?”

¿De dónde procede la palabra socialista? Esto dice Gorki:

• “Ella había oído que los socialistas habían matado a un zar. Sucedió en sus años juveniles; en aquel entonces dijeron que los terratenientes, queriendo vengarse del zar por haber libertado a los siervos, juraron no cortarse el pelo mientras no lo mataran. Por esto le habían dado el nombre de socialistas. Y ahora ella no podía comprender por qué eran también socialistas su hijo y sus camaradas”


“—¡Qué manera de hablar tiene usted siempre, Andriusha!

—¿Cómo hablo?

—Como si nadie le hubiera ofendido nunca…

—¿Hay en el mundo algún alma que no haya sido ofendida? A mí me han ultrajado tanto, que estoy cansado de ofenderme. ¿Qué vas a hacer si la gente no puede proceder de otro modo? Las ofensas entorpecen el trabajo; si se detiene uno ante ellas, se pierde el tiempo en balde. ¡Así es la vida!”



• “Somos los primeros en el trabajo y los últimos en la vida”


• “Las personas que más bromean son aquéllas cuyo corazón sufre sin cesar. […] Si fuera verdad lo que dices, toda Rusia estaría muriéndose de risa”

• “El peatón no es camarada del que va a caballo”


• “Según vive el hombre, así piensa”

“¡Jesús mismo no habría existido si los hombres no hubieran muerto por él !”

• “Hay casos en que el hombre ignorante comprende más que el instruido, sobre todo si el instruido es de los que tienen llena la panza”

Dejo una foto reciente de una Madre rusa, una de las tantas trabajadoras que hay, ésta era vigilante de una sala del Hermitage, que mi maridito ha tenido a bien traerme desde la antigua Leningrado. También un relieve de Gorki en el metro. Fue difícil obtenerlo pues una de las Madres rusas, vigilantes del metro, le quería quitar la cámara porque allí todavía tienen galerías por los que se acceden a los bunker construidos en la guerra fría.

Nota: 7 – aunque debería ser 1917—