Confieso que he recaído en los libros de la estadounidense Freida McFadden. Sus heroínas atrapadas en grandes mansiones con psicópatas asesinos siguen el mismo patrón delictivo y la misma estructura narrativa; sin embargo logra sorprendernos (más o menos) ya que el asesino no está claro hasta el final.
Puesto que la autora no da entrevistas y nunca se la ha visto en medios de comunicación, cabe preguntarse quién es y si su nombre no es sino un pseudónimo y yo sospecho que es un hombre y no una mujer; y me pregunto también cómo ha llegado hasta aquí la que, según dicen, es una médica especializada en lesiones cerebrales (y que también dudo).
En el “El Recluso” la protagonista es una enfermera que encuentra trabajo en la prisión donde precisamente está encarcelado su ex-novio, padre de su hijo y quién la intentó matar cuando ella era una adolescente en el instituto y él una estrella del equipo de fútbol americano.
Bueno, no ha estado mal, aunque el motivo de los asesinatos me ha parecido un giro absurdo. Aun así recomiendo este thriller para esos momentos en que necesitamos lecturas rápidas y adictivas, sin más.
No puedo dormir. Aquí hay mucho más silencio que en Queens. Alrededor de la manzana donde vivíamos había un montón de tráfico e, infaliblemente, al menos una vez a la semana me acababan despertando los bocinazos de un coche o una alarma que no paraba de sonar durante casi una hora. En esta manzana de nuestra pequeña ciudad, en cambio, lo único que oyes por la noche es el canto de algún que otro grillo.
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