LA CONJURA

martes, 24 de diciembre de 2024

LA MÚSICA DESPIERTA EL TIEMPO


En este libro Barenboim desarrolla un argumento filosófico alrededor del sonido y del pensamiento armónico. En él se percibe la influencia de filósofos de la talla de Schopenhauer, Voltaire, Locke, y sobre todo de Spinoza y su “Ética” (libro de cabecera de Barenboim), y literatos como Goethe o Thomas Mann y su personaje Settembrini de la montaña mágica. Su discurso no es difícil de seguir, salvo en su parte técnica relativa a la orquesta y práctica musical para los que no son músicos de conservatorio, o de oficio, o expertos en el tema.


Daniel Barenboim, pianista y director de orquesta, nacido en Buenos Aires en 1946, se traslada a los diez años con la música a otra parte, a Israel. Allí continúa con sus estudios de música, convirtiéndose en un niño prodigio. Actualmente tiene cuatro nacionalidades: la argentina, la española, la israelita y cuenta además con el pasaporte palestino.


Es un gran experto sobre la situación actual en Oriente Medio. Del mismo modo que considera el derecho de Israel a existir como nación, Barenboim cree también en la necesidad y en la urgencia de tender puentes en el conflicto judío-palestino, de aceptar la integración de la minoría Palestina en Israel, y de la creación del Estado de Palestina.


Su compromiso le lleva a fundar con su gran amigo Edward Said la orquesta WEST-EASTERN DIVAN, un foro en el que los jóvenes intérpretes palestinos, judíos y de países árabes aprenden música y pueden expresarse libremente con libertad escuchando el relato del “otro”.


La música es un reflejo de la vida, dice Barenboim, pues ambas empiezan y terminan en la nada. Es una muerte temporal, seguida por la capacidad para revivir, para volver de nuevo a la vida. Para Schopenhauer la música es una idea del mundo, para Ferruccio Busoni, el gran pianista y compositor italiano, la música es algo más material y sensible: es aire sonoro.


El libro termina con una serie de pequeños textos publicados y entrevistas al autor al que llama “variaciones” en las que habla de compositores, directores, óperas y temas musicales en general. Con respecto a Furtwängler lo clasifica como un director de orquesta antideólogo, un solitario que se niega a adaptarse a moldes preexistentes. A Pierre Boulez lo califica de compositor original y complejo.


Me llama la atención la anécdota sobre un anuncio de inodoros. Cuenta Barenboim que viendo la televisión americana aparece una publicidad sobre retretes que utiliza la música de Mozart (Lacrimosa del Réquiem) como trasfondo sonoro y con fines comerciales, más tarde, ante las protestas del público, la empresa anunciante pide disculpas y lo cambian por un pasaje de la obertura de Tanhäuser de Wagner. La Compañía atribuyó la indignación del público a un tema religioso y no al abuso de una obra de arte musical.


En fin, un libro interesante donde el autor mezcla lo musical, lo personal y lo politico-social y cuya tesis principal es el enorme potencial de la música para acercarnos, para convivir en paz, pues el contenido de la música tiene que ver con la condición humana. El mundo del sonido es capaz de elevar al individuo por encima de la preocupación limitada por su propia existencia y de brindarle una percepción universal de su lugar entre los seres humanos.



Leí por primera vez la Ética de Spinoza cuando tenía trece años. Desde luego, en la escuela estudiábamos la Biblia, que para mi es la mayor obra filosófica que se ha escrito. Sin embargo la lectura de Spinoza me permitió acceder a una nueva dimensión, y por eso nunca he dejado de cultivar sus libros. […] No hay mejor campo de entrenamiento para el intelecto que la Ética de Spinoza, ante todo porque Spinoza enseña la libertad radical del pensamiento con mayor amplitud que cualquier otro filósofo. […] “Una emoción no puede ser reprimida ni suprimida sino por medio de otra emoción contraria, y más fuerte que la que ha de ser reprimida”.


Krips me dijo: “Si lo tocas así, suena como Beethoven. Beethoven no es Mozart. Beethoven aspira al cielo, mientras que Mozart viene de él.”






lunes, 23 de diciembre de 2024

INVITACIÓN AL VIAJE Y OTROS CUENTOS INÉDITOS

 



Julio Ramón Ribeyro es uno de los mayores escritores (cuentista) del Perú. Este libro corresponde a unos manuscritos póstumos, hallados en el archivo personal del autor de su residencia en París, y ordenados en una carpeta rotulada con el título de “Cuentos inéditos” .


En “invitación al viaje”, Lucho—el personaje principal—con su amigo Teodoro salen a descubrir la noche con el ardor y sobreexcitación propias de la juventud. Otros cuentos como “Monerias”, “Las laceraciones de Pierluca”, o “Espíritus” reflejan esa parcela límite de la condición humana que el autor supo describir tan bien, ¿en qué consiste esa “parcela límite” ? Hay que leer los cuentos pues son el entrelazamiento de palabras e imágenes singulares que solo el autor sabe construir.


El prólogo en sí constituye otro cuento. El escritor colombiano Santiago Gamboa vivía su aventura en París con apenas recursos dando clases de español cuando conoció en circunstancias muy especiales a Ribeyro. Merece, desde luego, leerlo. Dicho sea de paso mi maridito piensa publicar un librito de poesía en el que los prólogos serán tan importantes como el resto del libro.


Un gallo cantó en la lejanía. Eso era la soledad. La cercanía del alba lo tocó de una vaga tristeza. Sin percatarse, había proseguido su marcha y se encontró en la explanada del parque.