LA CONJURA

sábado, 30 de marzo de 2013

ADA COLAU ES ACTIVISTA PERO NO TERRORISTA




Para que conozcáis a mi maridito, y sus cosas, y como escribe, ya que tanto hablo de él,  dejo este artículo suyo en mi blog, genial , como casi siempre...


” La filosofía moral de Kant está tan estrechamente unida a la capacidad humana de juzgar que elimina en absoluto la obediencia ciega. El policía que interrogó a Eichmann no le pidió explicaciones, pero sí el juez Raveh, impulsado por la curiosidad o bien por la indignación” H. Arendt, Eichmann en Jerusalén,Lumen, Barcelona, 1999.p.206
Se requiere más valor para cambiar de opinión que para mantenerla. Los políticos y jueces españoles deberían tener esa clase de valor. Dejar sin hogar a miles de familias no es comparable al holocausto, obviamente, pero sí plantea la cuestión de la objeción de conciencia contra una orden legal, pero injusta, que exige una obediencia ciega de jueces y policías.
Ahora que la justicia europea ha sentenciado que eso de que los bancos españoles, utilizando  como simples  herramientas a los jueces, secretarios de juzgado y policía, echen a la calle a familias enteras, con sus niños y abuelos, sin un juicio previo en el que puedan defenderse y sin posibilidad de alquiler social, es un atropello monstruoso contra los derechos humanos, los políticos de la partidocracia y los jueces de la monarquía de Iñaki, así como muchos periodistas, deberían tener el valor, por lo menos, de pedir perdón a Ada Colau y a todos los activistas de Stop Desahucios  que llevan cinco años protestando por esta injusticia evidente y, además, devolver inmediatamente los hogares  a los indebidamente desahuciados con las indemnizaciones correspondientes, pero no lo harán porque tienen el alma contaminada de la gran mentira y de la enorme crueldad del dios dinero.

La ley hipotecaria española es abusiva  e ilegal por vulnerar directivas europeas que protegen a los consumidores, pero además era claramente  inconstitucional pues dejaba en la indefensión al más necesitado.
 Los activistas y afectados lo venían diciendo, las buenas personas los apoyaban y, en cambio, los políticos sólo tenían una respuesta: el desprecio y la demagogia.
Esa es la cuestión política relevante: ¿ por qué los políticos del gobierno y de la oposición eran sumisos a los bancos  y  crueles con las madres y padres españoles en tal situación ?
La cuestión no es si el precio de la hipoteca aumentará o si los jueces no van a saber si una cláusula es abusiva o no, o si los números de la tasa del euribor se modificarán, etc. Todos estos temas son secundarios comparados con la banalidad con la que durante un lustro se ha asistido en España, la patria del padre Las Casas, a la maldad de privar de hogar a más de trescientas mil familias y a la complicidad de millones ante lo que estaba ocurriendo.
Los políticos, en esta monarquía partidocrática,  han demostrado que eran y son los representantes de los bancos, que no de los ciudadanos decentes, por lo que deben hacer todo lo que puedan para beneficiarles  y si para ello tienen que ser inhumanos con unos cuantos votantes – aunque sean medio millón de afectados-, pues lo son que para eso tienen a su servicio a una prensa y medios de comunicación subvencionados y amenazados, además de unos órganos de gobierno del poder de los jueces elegidos por ellos mismos. Han hecho todo lo posible para que ni un juez se atreviera a negarle al banco un desahucio inmediato- sólo algunos bomberos han planteado la objeción de conciencia.
Europa ha dicho, por tanto,  a los gobernantes españoles – banqueros+políticos – que son unos inquisidores crueles sin la más mínima humanidad con sus ciudadanos, que son unos déspotas sádicos con los más débiles, una especie de matones de barrio que agreden a los pobres y que eso no es propio de un país moderno y europeo.
Europa ha dicho, por tanto, con esta sentencia del tribunal de justicia, que la mentalidad española y la de sus gobernantes especialmente no está civilizada, y ello  a pesar de que el rescate de cuarenta mil millones de euros concedido a nuestro país se ha derivado por completo precisamente a los bancos, precisamente los mismos bancos que están llevando a cabo los desahucios desde que estalló la burbuja inmobiliaria.
En definitiva, en este tema, lo esencial no es si el banco subirá el precio de las hipotecas a partir de ahora o si es difícil saber cuando una cláusula es abusiva. No, el tema es que
Ada Colau ha dejado en el  ridículo más espantoso a los políticos, jueces y periodistas españoles que, a sabiendas, permitieron y ayudaron a los banqueros a cometer las  injusticias.
Políticos, jueces y periodistas…¿ Sentirán vergüenza ante el pueblo español ? Tendrían que tenerla si la tuvieran.
Si, a pesar de todo, los políticos no aprueban en el Legislativo,  las medidas propuestas en la iniciativa legislativa popular de Stop desahucios, avaladas por un millón y medio de firmas, demostrarán ser además de unos simples sirvientes de la plutocracia, unos cobardes.


Antonio Muñoz Ballesta.
http://www.separaciondepoderes.es/ada-colau-deja-en-ridiculo-a-politicos-jueces-y-periodistas/

domingo, 24 de marzo de 2013

LA VIDA IBA EN SERIO


De Jorge Javier Vázquez


LA VIDA IBA EN SERIO

Para quien no lo sepa (no es broma) Jorge Javier Vázquez es un presentador conocidísimo de programas telebasura en la televisión privada en España y cuyos contenidos son cotilleos, montajes, malos rollos, o  cualquier cosa que sirva para aumentar la audiencia. Entre otros calificativos le llaman cínico y maricón ,  es un hombre por muchos odiado y dicen que es capaz de todo por dinero... Vamos el tipo humano del inicio de siglo XXI en la España de la Monarquía de partidos.

El caso es que ha escrito un libro. Un libro que por supuesto nadie quiere leer. Y cuando digo nadie, me refiero a los foros intelectuales del país, al mundillo cultural que está por encima del bien y del mal y que considera al libro más de lo mismo, es decir basura, como el medio donde trabaja su autor.  Muestran con ello que la basura intelectual son ellos y no Jorge Javier !!

Y a pesar de todo, la novela ( de lo cual me alegro un montón)  ha resultado ser un superventas que va por la quinta edición. Pero claro está que quienes la compran son los seguidores de sus programas,  en su mayoría amas de casa mayores de sesenta años. "Quizás sea yo la única excepción " me dice mi maridito, pues yo sí que veo sus programas; pero se equivoca,  porque son muchos y de diversas edades quienes ven su programa.

Del libro, dice la crítica que no merece la pena ni comprarlo, por supuesto recomiendan no  perder el tiempo con él, algunos ni se molestan en  nombrarlo. Yo no sé por qué lo he comprado ( bueno sí, en estos casos, siempre me lo recomienda mi maridito: " si los intelectuales del régimen lo odian, es que es bueno ").

El libro estaba en mi mesa, lo he visto y como en un impulso lo he leído de un tirón. Eso ya es señal de que merece la pena leer.

La novela de 250 páginas es una autobiografí¿novelada ? que me recuerda por el tono y estilo empleado al diario de Bridget Jones.

Si uno lee la contraportada se entera ( de forma general) de  la historia de un joven homosexual que se independiza de su familia y empieza a vivir libremente su sexualidad cuando se traslada a Madrid ( quién lo diría siendo BCN tan liberal y adelantada ! )  al tiempo que obtiene éxito en su carrera profesional como periodista del corazón.

A mi me ha sorprendido gratamente. Es un libro ameno, se lee con facilidad y aunque no es una obra maestra, sí que es mucho mejor que otros best seller  a las que no se les ha atacado tan duramente como a éste. Aunque para mi maridito es una obra maestra en el sentido de que no miente y, en un mundo, en el que todos mienten eso es de ser un maestro.

Un libro correcto con algunos momentos entrañables, y que al margen de la historia que cuenta,  me ha parecido fundamentalmente un homenaje a su madre "la Mari". Toda la novela está impregnada de la madre, una persona muy especial, una gran mujer, una buena madre, y una excelente e inteligente  persona.

El padre es un charnego oriundo de Murcia y es, como otros tantos padres de clase media baja de aquella época, un padre  que quiere para su hijo un futuro mejor que el suyo propio, siendo una constante en su vida, ese pasado que dice mucho de padecimientos y renuncias  y de hacerse a sí mismo con muchísimo esfuerzo.

Hay varias voces narradoras: la del protagonista, la del padre y la de la madre. Y es cuando da voz a sus progenitores, el momento en que la narración alcanza su mayor valor estético, y cuando literariamente resulta muy superior al resto del relato. Es, a la vez, la parte más tierna y conmovedora.

Tú no te preocupes, ¿eh?, mi vida, que te voy a cuidar hasta que te vayas. En cuanto podamos nos vamos al piso y ya verás qué bien vamos a estar. Nos ha dicho el médico que disfrutemos el tiempo que podamos, y eso es lo que vamos a hacer, ya lloraremos después, qué coño.

El llanto me ahogaba. Se me estaba quebrando la voz, pero tenía que seguir, no quería dejar aquella conversación a medias, no podía. No debía.


La delicadeza y hasta el sentido del humor con que trata la muerte de su padre, en un pequeño piso de apenas cincuenta metros cuadrados, transportando al enfermo en una silla de ordenador. 

Desde entonces lo atamos a una silla con ruedas que se compró para estar más cómodo frente al ordenador y lo empujamos hasta la cama.

Y la voz de la madre, “la Mari”:
Al Jorge pequeño se le escapó el otro día que, para estar así, mejor que no esté, pero yo es que prefiero que esté así a que no esté conmigo, a mí no me importa cuidarlo, lavarlo, cortarle las uñas de los pies y de las manos, cambiarle los pañales y asearlo; yo lo que no quiero es que se muera, por Dios, yo quiero seguir despertándome a su lado y quiero seguir escuchando su respiración cuando me desvelo; con lo miedosa que soy, ¿cómo voy a vivir sin él, cómo voy a apañármelas? ¿Cómo voy yo a querer que se muera, para qué coño quiero que no esté, para quedarme sola? ¿Para echarle de menos? Vamos, nene, ni que estuviera yo loca.


Ningún intelectual del régimen político actual habla así de la vida cotidiana y real,  sólo jorge javier: escritor.

Mi maridito le gusta sobre todo el párrafo en el que el padre manifiesta su preferencia sobre su cuarto de baño pequeño en el que puede apoyar su barbilla sin tener que levantarse de la taza del water. Algo que es imposible en las mansiones de los nuevos ricos. Pero no logra encontrar el párrafo. No lleva sus gafas nuevas. Bueno, no importa: si alguna vez conozco a Jorge Javier se lo preguntaré.

Para terminar diré que Jorge Javier Vázquez ya no es un presentador para mí, sino un escritor.  Y encima, en su libro aparece con su perro Cartagho, un perro galgo que fue abandonado en una rotonda de Cartagena.

No quiero terminar sin descubrir el secreto de Jorge Javier Vázquez, y que he comprendido ahora al leer su libro:  él consigue distanciarse de las cosas que se comentan en Sálvame, porque realmente se siente y es un escritor. Todo lo que ocurre en ese programa es materia de narración.

Mi nota es un 6,4  aunque mi maridito le pone un 9



El título del libro es el primer verso del magnífico poema de Jaime Gil de Biedma “No volveré a ser joven”





No volveré a ser joven
Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde
-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.


Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.


Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.










domingo, 3 de marzo de 2013

LUNA LLENA

De P.G. WODEHOUSE



Con Wodehouse nos sumergimos en un mundo de aristócratas y caballeros sin oficio, pero con beneficio, cuya principal actividad consiste en jugar al golf, tomar el té , apostar y vestirse de gala cada noche para bajar a cenar y beber.

El lugar de reunión es el castillo Blandings con su particular dueño al frente, Lord Emsworth, y su mascota, “La Emperatriz” , una cerda que ha ganado todos los concursos de belleza del condado.

Las situaciones que nos narra Wodehouse son triviales, una simple cena, una visita al médico de Tipton – uno de los personaje principales de sus historias-, una chica buscando marido rico; pero Wodehouse lo hace con su particular sentido del humor. Por ejemplo una visita al médico:

“le pidió en voz baja y taciturna que se sentase y le enseñase los puntitos. Y cuando los hubo visto, sacudió la cabeza y dijo que no le gustaban. Tipton dijo que a él tampoco, de lo cual se alegraba, porque así entre él y el doctor E.J. Murgatroyd podían hacer algo contra ellos. Lo que logra el triunfo en estas ocasiones, dijo Tipton, es el espíritu de compañerismo y el ir adelante hombro con hombro.”

Tomándole la tensión:

“Ató una goma alrededor de los bíceps de Tipton, aprentándola con fuerza y mirando entretanto una especie de contador que tenía sobre la mesa. Después de haberlo desatado, dijo que no le gustaba la presión arterial de Tipton. Tipton, sorprendido, pues era la primera vez que oía hablar de aquello, le dijo que ignoraba que tuviese una presión arterial. Y el doctor le dijo que sí, y además muy alta; Tipton repuso que estaba muy bien y el doctor dijo que no, que no tan bien, y comenzó a sermonearlo de firme”

“Entonces, después de haberle hecho una serie de preguntas con muy poco tacto referentes al plan general de vida de Tipton, pronunció su veredicto.”

El castillo de Blandings se llena de jovencitas en busca de maridos ricos; también, novios pobres que se han de disfrazar de pintor aunque sea para pintar la cerda Emperatriz y así poder colarse en el castillo y entregar una carta de amor a su amada. Para ello hay que buscar herencias, financiación, en un mundo donde todo es amable, donde se extravían valiosos collares de diamantes, y donde todo tiene arreglo y donde al final las cosas se resuelven satisfactoriamente bajo la luna llena del castillo de Blandings.

Los nombres de los restaurantes (me encantan) “El Queso furioso” o “El Cerdo y el silbato” , de los hostales, y de los Clubs, “El club de los Zanganos” o “ El club de los Conservadores” , o el de “ Los Leales Hijos de Shropshire”, ya nos indica el tono de los relatos de Wodehouse y el mundo de chifladura que nos podemos encontrar en sus páginas.

Los personajes demuestran el amor paterno filial enseñando al niño apostar por el caballo ganador, o se escandalizan cuando descubren que alguien ha dejado de beber y se ha hecho abstemio, y casi declaran que la civilización ha fracasado y que se tambalea la estructura de la sociedad si un invitado a una casa de campo no puede estar seguro y tranquilo en su propia habitación.

Pero también hay alusiones y reflexiones cultas. Wodehouse suele citar a Shakespeare.

“Me recuerda a aquella muchacha de Shakespeare que… ¿Cómo es aquello? Sé que dice algo de los gusanos y acaba con algo de las mejillas. ¡Ah, sí!. Jamás dijo una palabra de su amor, pero su silencio, como el gusano en el capullo, devoró sus rosadas mejillas.”

“ Una atmósfera de tristeza y pesadumbre subsistía entre las paredes, como el olor de las coles hervidas. Tipton no estaba familiarizado con las obras de Edgar Allan Poe, de manera que no había oído hablar de la casa Usher; pero un hombre más leído que él hubiera podido creer con razón que había cruzado el umbral del mencionado y melancólico establecimiento”


Un libro para relajarse, para reír y sonreir.

“Aun cuando tenía más la sensación de ser la avasalladora fuerza de la Naturaleza que un simple hombre con gafas de montura de concha …”




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