LA CONJURA

martes, 6 de septiembre de 2011

Los detectives salvajes


Los detectives salvajes de Roberto Bolaño.
Pues me está resultando una prosa adictiva y eso que no pasa nada (o pasa mucho según se mire), a lo mejor es precisamente por eso por lo que me gusta. El ambiente bohemio, la vida sencilla del que escribe, lee, coge (éste es un verbo que se utiliza mucho, coger, significa realizar el acto sexual; que el lector sepa que hay abundantes pasajes eróticos), el día a día (la narración es un diario) de unos poetas mexicanos, los real visceralistas. Voy rápida leyendo pues pronto viene Michel Houellebecq, a casa, y para entonces quiero haber leído su nuevo libro: El mapa y el territorio, o al menos haber leído la mayor parte de él.



Pero regreso a los detectives salvajes que es lo que me interesa ahora. Sorprende su estructura. El libro está dividido en tres partes. Llevo trescientas páginas leídas (la primera parte entera, y la segunda por la mitad). Hasta la página 137 leemos la historia de Juan García Madero, un joven estudiante de Derecho que vive con sus tíos y que realmente lo que le interesa es la poesía. Abandona los estudios y frecuenta ambientes artísticos en los que conoce a los jóvenes poetas real visceralistas, movimiento al que se une. El chico está muy preocupado porque todavía no ha “cogido”; pero aprende rápido, se enrolla con Maria Font, y luego se va a vivir con Rosario, la camarera del bar de la esquina. Dejamos a Juan García huyendo en un coche junto a Ulises Lima y Roberto Belano, creo que al desierto de Sonora, y nos metemos en la segunda parte donde desaparece nuestro héroe. La narración se desplaza hacia Roberto Belano y Ulises Lima. Los narradores son varios, desconocidos para el lector y sin interés para la historia principal, pero todos ellos conocieron a Roberto y a Ulises en algún momento de su historia, complementando con sus testimonios el puzzle de su vida.

Me voy, hasta ahora…


Sin palabras después de leer este gran libro… De lo que no tengo ni idea es del por qué del título, no veo ninguna relación entre los detectives salvajes y la trama de la novela. Si leemos la contraportada dice que salen a buscar a Cesárea Tinajero, escritora mexicana, desaparecida después de la revolución y a la que buscan durante veinte años. El que haya escrito eso no se ha leído el libro. Sólo cincuenta páginas están dedicadas a su búsqueda y al final , y por supuesto no dura veinte años.

Los personajes, Belano y Lima, se marchan a Europa y dejan a Césarea y al desierto de Sonora atrás.

Esto que digo es cierto, y el que no se lo crea que mire bien de nuevo, por ejemplo, la página 349 Luís Sebastián Rosado 1983 Lima huía de una organización […]que pretendía matarlo. Todo había empezado, según Piel Divina, con un viaje que Lima y su amigo Belano hicieron al norte, a principios de 1976…ambos empezaron después a huir por Europa…


Muchas historias, muchas voces, en especial la historia de la cartera: Pablo del Valle página 487. Pablo es un joven poeta, desconocido pero talentoso y brillante, que vive con una funcionaria de correos, es decir, con una cartera. Mientras ella se patea la ciudad de Madrid, él escribe y luego por las noches hablan de lo suyo: él de cosas profundas, de lo que había escrito, ella de su trabajo, de los sellos raros que llevaban estampados las cartas, de los países exóticos de donde venían. El poeta triunfa, pero…¿cómo explicar que tu pareja es cartera?, peor sería si fuese carnicera, pensaba él. La deja. Ahora tiene una novia que cumple todas sus expectativas: periodista y licenciada en filología hispánica y escribe poesía. Con ella habla de poesía, como debe ser. Pero algunas noches cuando estaba en su nuevo piso de Lavapiés, revisando algunas páginas de su nueva novela o de su crónica semanal cree oír unos pasos en la calle y tiene la impresión de que es la cartera que ha salido a repartir la correspondencia a una hora inoportuna. A veces tiene ganas de llamarla y preguntarle por su vida. Entonces se acuesta, o sale al balcón.
Algunos lectores , también brillantes y talentosos, dirán que Bolaño engaña a sus lectores intencionadamente…
Las frases: Pero pierde cuidado, el poeta no muere, se hunde, pero no muere.
Lo que bien amas nunca perece. //
Bárbara Patterson es la novia de Rafael, escritor y poeta real visceralista. Bárbara trabaja duramente y cuando llega a casa ha de limpiar, fregar platos y preparar comida, mientras Rafael habla con los jóvenes del barrio. Les cuento historias, los instruyo en las verdades de la vida. // Luego nos quedábamos en silencio, la tele encendida, cada uno ensimismado en sus respectivos huevos revueltos, en sus pedazos de lechuga, en sus rodajas de tomate, y yo pensaba de qué verdades de la vida hablas. Pobre feliz, pobre desgraciado, de qué verdades instruyes, pobre gorroncito, pobre sangroncito, ojete de mierda, que si no fuera por mi estarías ahora durmiendo bajo el puente. Pero no le decía nada, lo miraba y nada más.
La juventud es una estafa. // de la vida, de lo que perdemos sin darnos cuenta y de lo que podemos recobrar.
Y dijo que ése era el porvenir común de todos los mortales, buscar un lugar donde vivir y un lugar donde trabajar.
La vida está llena de problemas , aunque en Barcelona, en aquellos años, la vida era maravillosa y a los problemas los llamábamos sorpresas.
Según me explica mi enfermera, que su mano busca mi mano, y la encuentra sin ningún problema, y atravesamos lentamente las zonas del sol ardiente…
NOTA: 8,75














No hay comentarios :

Publicar un comentario