De Alessandro Barrico
Pero quien ha empezado a morir no deja ya de hacerlo.
Nunca había leído nada de este autor. Ni siquiera Seda.
Emaús es el primero.
Es una novela corta, de 149
páginas, que narra la historia de cuatro amigos de clase media en los años
setenta en el norte de Italia, religiosos por tradición, y su relación con la
joven Andre (André sin acento) que procede de un mundo muy distinto. Es después de
conocerla, cuando empezarán a cuestionarse su vida, sus creencias y el inicio a
la sexualidad.
¿Cómo hemos podido no saber, durante tanto
tiempo, nada de lo que era y, a pesar de todo, sentarnos a la mesa de todas las
cosas y personas que íbamos encontrando a lo largo del camino?
“Hacía ya tiempo que habían dejado de
intentar comprender, se limitaban a esperar las consecuencias y a poner orden
cada vez que algo pasaba”
“En realidad, nosotros sabemos muy bien
cómo vivir sin saber la verdad”
Un libro pretencioso, ¿quizás el
encargo de alguna editorial preocupado por su margen de beneficios? – Pues
debería haber sido menos retórico…
Empiezas a leer un párrafo y cuando terminas
te preguntas ¿qué ha querido decir con tanto circunloquio? Sin embargo, saco algunas perlas (me refiero a las de verdad, o sea buenas).
“Se trata de que avanzamos a base de destellos,
el resto es oscuridad”
“Tal vez se muere de muchas maneras, y de
vez en cuando me pregunto si no lo estaremos haciendo nosotros también, sin
saberlo”
Vamos por el mundo siendo portadores de una
certeza en que se disuelve cualquier forma de timidez nuestra, hasta llevarnos
más allá del umbral del ridículo.
El papel de la chica Andre es
principal. Otro mundo, otras percepciones. Un mundo muy distinto al de Luca, al
del Santo, y a Bobby, que así se llaman los chicos. Pareciera que Andre no
sufre, o al revés, que sufre demasiado, ¿por qué? Es algo indeciso, muy
moderno, sutil, ateo, pretencioso… (con
una cierta capacidad de destino y, en particular, de destinos trágicos)
“Nosotros nos morimos; de vez en cuando, ellos
son asesinos o asesinados”
“Por eso tenemos tías en sillas de ruedas
debido a sobrevenidos ataques de apoplejía-babean educadamente y miran la
televisión. En cambio, en las familias de esa gente, abuelos en trajes cortados
a medida cuelgan trágicos de vigas de las que se colgaron debido a sobrevenidos
desastres financieros”
El título del libro Emaús (en hebreo, “primavera templada”)
era el nombre de una pequeña ciudad de Jordania, cerca de Jerusalén. Allí se
dirigían dos hombres hablando de la resurrección de Cristo, cuando se les
acerca un tercer hombre y les pregunta de qué están hablando. Los otros dos se
lo explican, sin darse cuenta que es el Mesías.
“Me preguntaba qué era
lo que había sobrevivido a aquella repentina aceleración de nuestra
lentitud”
En resumen, el libro está bien…. Un
poco pedante, pero no está mal.
Por cierto… ¿alguien sabe cómo se
llama el personaje principal, el narrador? - ¿No será el Mesías? ¡Sería el
colmo!
" Y es típico de nuestra forma de actuar el tomarnos las cosas a la tremenda y hacer una cuestión de salvación o condena, algo gordo. No se nos pasa ni siquiera por la cabeza que todo sea más sencillo-heridas normales que hay que curar con gestos naturales, del tipo cabrearse, o hacer cosas despreciables. No conocemos semejantes atajos."
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