DE PABLO I MARTÍ
EDITORIAL EL DESVÁN DE LA MEMORIA
Depablo es un joven alcohólico a quién le persigue una
asociación de escritores ya muertos. La asociación ESCRITORES CONVENCIDOS integrada
por Hemingway, Faulkner, Capote y Dickens odia a Depablo, por lo visto un
futuro escritor y gran promesa literaria –aunque él no lo sepa todavía–. En
cambio, otra asociación, la de los ESCRITORES NO VENCIDOS, con Vázquez
Montalbán y Galdós al frente lo ayudan a escapar. Ambas asociaciones están en
guerra. Y Depablo en medio.
Cobran vida los personajes de los respectivos autores, que
andan también a la gresca: Pepe Carvalho, Gregor Samsa metamorfoseado en escarabajo o el malvado Clay
de Bret Easton Ellis.
La novela se lee rápido, unas 174 páginas; con un
argumento original y gran sentido del humor: Galdós robando un cuadro de Isabel
II, Montalbán comiendo arroz con leche y conduciendo como un poseso por las
calles de Barcelona, el bueno de Gregor Samsa, transformado en un escarabajo
servicial y maloliente a las órdenes de Kafka, y Nietzsche abogando por una
superliteratura: “ La literatura como
medio para la superliteratura”.
Vargas Llosa dice lo siguiente: “la literatura es ficción
y la buena literatura es la que nos hace creer a pies juntillas aquello que
está escrito; es decir, el poder de persuasión del autor sobre la obra”.
Pues bien, en La
increíble y formidable aventura de un escritor que no quería serlo yo me lo
he creído todo a pies juntillas. El
autor me ha persuadido y he creído de verdad en todos esos escritores
redivivos y enfrentados. Depablo ha creado un mundo narrativo propio, original,
con unos diálogos muy bien logrados y un ritmo y una tensión narrativa que hace que el lector no se relaje, en busca del desenlace final.
Y como sorpresa
final: Breaking Bad, mi serie de
televisión favorita.
Y por último, tengo
que contar que ayer, en la calle, me
paró un hombre con aspecto familiar y que resultó ser Roberto Bolaño. Me dijo
que estaba muy decepcionado con Depablo i Martí, porque él también sale en su
novela, hablando con Nietzsche del eterno retorno; pero que el autor no lo ha
sacado. Yo le dije que no se lo tuviera en cuenta y no se lo tomara a mal, y él
me dijo que la culpa la tiene seguramente Montalbán, que se conocieron en su
etapa de camarero y lavaplatos en Blanes, pero que eso es otra historia…
Muchas gracias Nico. Es hermoso que alguien que no conozco de nada hable así de bien de la novela.
ResponderEliminarMil abrazos.
Gracias a tí Julio. por escribir y a Ramón por editar.
EliminarTe felicito por la novela, es muy buena y te animo a que sigas escribiendo.
Esto te lo digo yo aunque también te lo podría decir Bolaño.
Creí que Bolaño no se lo iba a tomar a mal. Jejejejej. Hablaré con él.
ResponderEliminarBolaño me ha dicho que está enfadado y ahora no quiere hablar contigo, Depablo; que cuando se le pase el cabreo, te escribe...
ResponderEliminar