A veces hay que rodearse de cosas
bonitas. Cosas especiales para nosotros. Hoy voy a hablarte Águeda, de cuatro de esas “cosas” que tengo en mi casa
y que son muy especiales para mí, por alguna u otra razón.
Por ejemplo voy a empezar con el
último mueble adquirido. No sé cómo
llamarlo, si mueble neceser(NECESARIO) o mueble aparador (PARADOR)… ni siquiera
cuando lo compré supieron decirme su nombre. Lo compré en una tienda de
turistas donde venden de todo un poco. Pero a mí eso me da igual. Es una especie
de armario bajo con pequeños cajones clasificatorios como los aparadores tibetanos de color rojo y negro
y decorados con dragones, pero éste es de estilo provenzal moderno y de colores
sobrios. Hacía mucho tiempo que quería
comprarlo. Allí tengo ordenadas cosas que generalmente nunca se encuentran en una casa. Las tijeras, las velas, las cerillas y
mecheros, las “tiritas”, los cargadores del móvil, todas clasificadas en su
cajón correspondiente según su naturaleza y función.
Dos tazas de porcelana, decoradas con rosas rojas y amarillas y verde en las hojas. Un capricho caro
pero necesario. Las compré ayer en el Corte Inglés y ,de entre todas las que
había, eran las más clásicas. Serán las tazas para tomar café con mi maridito ,
los domingos por la mañana, temprano, mientras leemos las noticias. Tazas para
pensar y planificar el día.
Una cuchara y un tenedor de
cocina que me trajo Mariplatónica desde Sri Lanka. Son de madera de coco y muy
exóticos. Las utilizo mucho y cada vez van desplazando más a la tradicional y anodina rasera que tengo de acero inoxidable. Una se siente
intrépida cocinando una tortilla de
patatas o un pisto con ese tridente de coco traído desde tan lejos y tan
especial.
Por último Águeda, estos vasos que tú me regalaste hace años; un regalo muy práctico, y
con mucho cariño por tu parte, como siempre haces. Sólo me quedan dos y están
viejos y rayados, pero yo los guardo. Seguro que sigues jugando al
padel y bebiendo agua en esos tipos de vasos tan propios de una escritora.
"La belleza está en los ojos del que mira" decía nuestro Hume. Yo no sé si la cosa es totalmente así. Lo he pensado mucho. La belleza, ¿está fuera o dentro? Yo creo que en las dos partes.
ResponderEliminarAl contemplar esos objetos, les he encontrado algo, un no sé qué (quizá esto sea una suerte de animismo), pero desde luego, lo que los hace especiales es la envoltura de tus palabras y todo lo demás.
a que te gustan mis tazas de porcelana? Y mi mueble kantiano clasificatorio?
ResponderEliminarEstoy leyendo un libro que pienso que te gustará. Ya lo comentaremos.
Un beso