Emile zola
La editorial Funambulista recoge— con un poco de retraso en España— cuatro
relatos cortos que zola escribió para la revista rusa “El Mensajero de Europa” a finales del siglo XIX, y que le encargó por
mediación de su amigo, y escritor ruso, Ivan Turguéniev, con la finalidad de hacer un retrato costumbrista de la sociedad
francesa. Era lo que le gustaba al lector ruso de aquella época, Francia y París.
Y sigue gustando hoy en día. Para un ruso, París es el centro del mundo
occidental. Nunca han caído en la ilusión de trasladarlo a Londres o New York. Así
que—con tal encargo— e invitado por su amigo Paul Cézanne, se trasladó a la
región de Aix-en-Provence (allí, nació mi perro Fox) donde escribe y
retrata el amor— ¿qué otro tema si no podría ser más apropiado?— en un ambiente
de provincias, pero en la cuna del amor cortés y los trovadores.
LA SERVIDUMBRE
El amor de una joven y guapa criada por
el hijo de sus señores, una tragedia de amor condenada al fracaso en Naïs
Micoulin y con un hermoso
paisaje provenzal de fondo, descrito por la impresión de zola.
EL BURGUÉS ENAMORADO
Del ambiente de los salones parisinos a
las fincas en el campo en La Señora Neigon. La bella dama
Louise Neigon es una buena madre y también una buena esposa. Es el relato más humorístico, y, además - ¿será esa la razón?-, con un trasfondo político.
Estamos a primeros de mayo, y los manzanos blancos forman grandes ramilletes entre el verdor tierno de los álamos y de los olmos…Pero lo que me emocionaba hasta hacerme llorar era el olor a primavera que las hierbas de ambos lados del camino exhalaban a nuestro alrededor…¡Y qué maravilloso fue el regreso bajo un repentino aguacero! El verde del campo era aún más tierno bajo la lluvia; las hojas y la tierra olían bien, con un olor de amor. Louise había entrecerrado los ojos cansada y como imbuida por las voluptuosidades de la primavera.
EL NUEVO TROVADOR
Por una noche de amor es la historia más trágica, emotiva y tierna a la vez. En
la pequeña ciudad de P*** vivía Julien Michon, un joven huérfano, tosco, casi
feo y sobre todo tímido. Tenía un alma tranquila y transparente; y su
existencia cotidiana estaba hecha de una serie de normas fijas que le
proporcionaban serenidad. Su única distracción es una pequeña flauta que
aprende a tocar él solo. Hasta que un día aparece por la ventana del palacete
de enfrente una bella joven…
El “anti- trovador” se precipita, entonces, en el infierno del amor imposible.
La dama, (o anti-dama) hija de nobles y gente principal del lugar, se aprovecha
del ingenuo y enomarado Julien para deshacerse de un amante que yace muerto en sus aposentos.
Julien se lo echará a los hombros y se encargará de sacarlo por la noche del
palacete. Para ello, la joven le promete si lo hace una noche de amor.
Su timidez enfermiza le hacía creer que ella espiaba cada uno de sus actos para burlarse. Julien volvía a casa cabizbajo y evitaba moverse en su habitación. Más tarde, al cabo de un mes, comenzó a sufrir por el desdén de la joven. ¿Por qué no le miraba nunca? Se asomaba a la ventana, paseaba su mirada oscura sobre el empedrado desierto y se retiraba sin adivinar que él estaba allí, ansioso, al otro lado de la plaza.
LA MUJER ARTISTA
Y
por último La Señora Sourdis y los entresijos del mundo de la pintura. Un
matrimonio cuya alianza son los intereses y el amor hacia el arte. El proceso
de degradación de un artista y la autoría encubierta de su obra. Y es que Zola
fue un gran defensor de la corriente impresionista defendiéndola a lo largo de
su vida con diversos artículos, y amigo
personal de grandes como Manet, Cézanne, Renoir, Degas y Pissarro. La colección
particular de dichos cuadros se revalorizaba más y más…aunque todos tenían por objeto la misma
montaña…
Mientras tanto, trabaje; en ello radica todo.
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