LA CONJURA

sábado, 2 de enero de 2021

EL ARTE DE LA FICCIÓN

 


Comienzo el año con esta lectura, “sobre el arte de la ficción”, correspondiendo con la nochevieja y entrada de año nuevo, que me parecen una ficción sin arte alguno. El autor del libro, James Salter, escribió esta conferencia para la Universidad de Virginia y lo hizo con tal grado de lucidez y entusiasmo hacia la literatura y sus posibilidades que no parece que tuviera ochenta y nueve años cuando lo redactó. Empezó en la literatura con cuarenta años, dicen que tardíamente, pero a mí me parece la edad perfecta para empezar a escribir o incluso, si me apuran, un poco temprana, porque saber lo necesario de la vida real y de las grandes obras literarias precisan por lo menos de cincuenta años. A esa edad es cuando verdaderamente se tiene algo qué decir en cualquier materia, ya sea para gobernar, para la ciencia, religión o para lo que sea. Hasta ese momento había sido piloto de aviones de caza, soldado en la guerra de Corea ¡Una vida plena de vivencias! Ajena (supongo), o no,  al sufrimiento real que causaban sus bombas.


Este librito de apenas 100 páginas, tiene un magnifico prólogo de Antonio Muñoz Molina. Dice Muñoz Molina que dijo Richard Ford: las mejores frases de la prosa americana las ha escrito James Salter, y da la impresión, leyéndolo, que Salter aspira a la misma precisión que Flaubert. Termina AMM su prólogo con lo siguiente: “se distingue a un verdadero maestro en que carece de arrogancia. Muestra la incertidumbre y el deleite de ir aprendiendo y no la soberbia de saber”.

Dice mi maridito desde su sofá que le gusta más el aforismo de Javier Gomá en su Twiter: “Ignoro mucho, aprendo rápido”.

Los escritores que le gustan a Salter son los que son capaces de observar los detalles. Admira a Flaubert, de quien dice tiene siempre la palabra exacta, la objetividad, evitando la metáfora y el juicio moral. Pero todo depende del estilo, porque el estilo en la literatura es de primordial importancia: es el Arjé.


El estilo es una preferencia, la voz es casi genética, absolutamente distintiva. Ningún oTro escritor sueNa como Isak Dinesen. Nadie suena como Raymond Carver o Faulkner. Reescriben sin cesar: Bábel, Flaubert, Tolstói, Virginia Woolf. Ser escritor es estar condenado a corregir. No era lo que se proponían escribir. O sí, pero estaba mal enfocado, o podía ser mejor; era demasiado largo, era anodino; no acerba a expresar lo más importante, algo no encajaba. Pero siempre suena a ellos. Está en su estilo. Está en su voz.



Entre los autores que cita Salter están Balzac, el ruso Isaak Bábel, Pamuk, Faulkner, Hemingway, Woolf...Según Pamuk (inspirado en un ensayo de Schiller) los escritores se dividen en dos grandes grupos: ingenuos y sentimentales. Por ingenuos se refiere a los que son espontáneos, sin conciencia de cómo escriben, Cervantes, Shakespeare, Dante, Sterne, Goethe. Los escritores sentimentales son estudiantes tenaces enfrentados a la técnica y estilo. Son Flaubert, Tolstói, Gógol, Virginia Woolf, Thoman Mann.

No sé de dónde sale el afán de escribir. No creo que sea innato, pero llega pronto. Yo no albergaba un demon, como al parecer le ocurría a Faulkner, o a D.H. Lawrence, pero hay escritores que no están poseidos de ese modo. No creo que fuera el caso de Ford Madox Ford. John Updike no tenía demon. Tampoco Lampedusa. Sea como sea, el genio obra a su antojo. Lo mío era sólo un deseo que podría haber durado hasta cierto punto. Entonces apareció en mi camino una figura compasiva. Era un agente que había dirigido mucho tiempo una revista, y que me aceptó a pesar de que no hubiera publicado ni pudiera mostrar nada aparte de aquel único intento, pero yo había seguido trabajándolo y le pareció lo bastante bueno para presentarlo.


El estilo en el escritor es como el duende en el cantaor flamenco.


No hay comentarios :

Publicar un comentario