LA CONJURA

sábado, 1 de junio de 2013

LATITUDES PIRATAS





Michel Crichton

Con el buen tiempo salgo a pasear a la playa aunque todavía el aire es frío: el mar azul bajo un cielo límpido y el aire que transporta ya el olor ineludible a verano, a roca y salobre. Entonces me apetece leerme un libro de piratas pues los piratas viajaban y no enfermaban, o sí lo hacían ?

EL librito me lo regaló mi maridito cuando estaba enfermo - siempre enferma gravemente en invierno por culpa de virus de la CIA- y lo dejé en la estantería  aguardando el momento oportuno. "Latitudes Piratas"  es el último libro  que encontraron en el ordenador de Michel Crichton después de su muerte. Es el primer libro que leo de este autor, por tanto no puedo compararlo con anteriores novelas, como Parque Jurásico o la Amenaza de Andromeda. Se supone que era suyo, por lo menos hasta un cierto momento.

Año 1665, estamos en Port Royal, puerto inglés, un lugar peligroso plagado de borrachos, burdeles, y corsarios, el capitán Hunter prepara una expedición a la inexpugnable fortaleza española Matanceros para apropiarse de un tesoro que contiene las bodegas del navío Trinidad , anclado en el puerto a la espera de salir hacia España. La situación es parecida a la actual.

El capitán Hunter zarpa en su barco con un experto equipo de hombres y marineros sujetos a la ley de la piratería, hombres valerosos y audaces, que sufren infinidad de aventuras, a cual más arriesgada,  antes de lograr su propósito. Gracias a un elaborado plan logran asaltar Matanceros, una especie de Alcatraz caribeña. Escalan la pared de una roca, y atacan por la retaguardia haciendo estallar  los polvorines de la ciudad y enclaves más estratégicos. La confusión y la sorpresa son sus aliados. Logran así capturar  el Trinidad y con él su tesoro. Les  salió mejor que a los que desembarcaron en Bahía Cochinos en Cuba. A esos los paró Fidel.

De regreso de la fortaleza, son perseguidos por un navío español con el que sostienen una auténtica batalla naval, en la que sobrevive el más inteligente, (que por supuesto es el inglés, digno antecesor del Almirante Nelson).

Es cierto eso que dicen de que el español es perezoso, el francés elegante y el inglés ingenioso.

Sin embargo: Fidel Castro es gallego y nada perezoso, El Che era elegante y los dos ingeniosos con la crisis de los misiles !

El capitán Hunter, no es cualquier cosa, ha tenido formación filosófica y matemática, un pequeño Alejandro Magno, versión caribeña. Esto hace que  prepare cuidadosamente un plan de batalla, que le hace vencedor ante el enemigo español que se confía, al que le deja acercarse y que le dispare varias andanadas, para luego, cuando lo tiene a tiro destrozarlo con los cañones que cuidadosamente habían puesto en un sólo costado del barco.

Ya en su juventud le atraía más el conocimiento empírico y práctico que la opinión de unos pensadores que llevaban mucho tiempo muertos. Todos los colegiales sabían que el mundo era mucho mayor de lo que Aristóteles podía haber soñado. El mismo Hunter, sin ir más lejos, había nacido en una tierra que los griegos ni siquiera sabían que existía.

Han de afrontar numerosos peligros antes de regresar a Port Royal. Son atacados por unos caníbales indígenas cuando están en una isla reparando el barco, también por un monstruo marino (kraken) que casi está a punto de acabar con la vida de Hunter, escapan milagrosamente de un huracán en mar abierto y  con un navío seriamente dañado durante la refriega. En medio de todo esto rescatan a una dama inglesa en manos de los malvados españoles y con la que el capitan Hunter tiene tiempo para mantener un pequeño idilio.

Las aventuras de Ulises y su sagacidad trasladadas al caribe del siglo XVII en el que Polifemo es el español.

De regreso a Port Royal, donde se ha producido un golpe de poder, el capitán Hunter tiene que afrontar la traición de uno de sus hombres, Sansón. Su tripulación y él mismo son encarcelados y posteriormente juzgados por piratería, y condenados a la horca. Por supuesto, logra salvarse.

Este Nuevo Mundo es tan confuso... No sé nunca a quién creer, así que me perdonaréis  si desconfío de vos (Palabras de la damisela a la que Hunter rescata)

Tenía un cuchillo en una mano y golpeaba la hoja contra la palma de la otra. Por un momento reinó un silencio que solo rompía el rítmico chasquido del acero sobre su mano.


El capitán Hunter regresó a Inglaterrasu Ítacaen 1669 y está enterrado en el cementerio de la iglesia de St. Anthony en la ciudad de Tunbridge Wells., ciudad a la que tengo que ir, en ferry claro !!!! ¿quién se apunta?

Una novela de aventuras, de piratas, de Homero, de Crichton....

Puntuación 7, aunque se queda en 6 por no estar en verso y en griego como la Odisea - todo esto por  exigencia de mi maridito, profesor estricto y muy severo-.












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