De: Antonio García Soler
Es lo suyo.
Si alguien se merece publicar
un libro de poemas es Antonio García Soler, un poeta en
mayúsculas. Yo podría decir que Antonio posee una voz poética semejante a la de
Dostoievsky, a Puskin, a Baudelaire, a los grandes ... que los iguala y les sube la
apuesta, tal y como su padre hacía cuando jugaba al poker en la
quinta avenida. Sin embargo no afirmaré tal cosa para que el lector avezado no piense que es un halago desmedido y desproporcionado.
Padre
Tus amigos vivos
me hablan a mí,
pero se equivocan.
Antonio, es uno de los poetas
más profundo que conozco. El
poeta de la luz de Almería, de los legones donde madura el naranjo, de su tierra—Antas— que es el mar y el cielo bajo
el que vive. Siempre lo escucho con admiración, y nunca lo he oído decir, yo soy, yo tengo, yo
me merezco, son términos
que no existen en su poesía.
Me
equivoqué
en casi todo,
cada día,
y entre horas.
Pero también
Pero también
quiere uno
esta vida,
como sea,
en vida.
Incluso otras,
como las que tenías
a mano esta mañana
ayer mismo.
También, ahora
Siempre poeta. A todas horas.
Maestro. Así es
su forma de entender la vida, la del poeta,
concentrado en versos concisos y perfectas palabras. El poema tiene que ser
como el diamante: perdurar. Recitar el poema eternamente.
Queríamos
Saber lo justo
ahora:
sobrevivir
bajo el cielo
Gracias
No volverá
ni un segundo
ni un aire
ni uno mismo.
Es lo suyo.
Conversar con Antonio es
divino como diría
Cavafis, desborda ingenio y le sobra generosidad. Tiene para dar y repartir,
decimos por aquí. Su
conversación es
amena, extensa y , sin embargo, sus poemas son breves como la verdad y como la
vida misma. Su fuerza y su carácter hacen de su poesía un cuadro de pinceladas conceptuales, un
impresionismo de palabra veraz, capaz de
transmitir la luz, las imágenes de la infancia, la
piedra blanca, la sierra azul.
Siempre nos ha venido a ver
por la tarde, en su coche, (una vez tuvo uno que parecía un ovni de las lucecitas que
tenía,
recuerdo que aparcó, abrió las puertas y puso todos los intermitentes, faros y
luces, aquello parecía que iba a volar), repleto de
historias, de palabras, de risas y al abrigo de un vaso de vino, hemos
compartido nuestras cosas, amigo, todas ellas aderezadas con queso y mermelada de castañas, hasta altas horas de la
madrugada, rendidos por el sueño.
Lado
del sueño
Aún queda
para los días,
los alegres,
junto a un vaso,
al lado del sueño
y de una tierra
que nos sostenía
enteros.
Este libro merece más presentaciones; el
reconocimiento del poeta de la vida que es Antonio García Soler y que ahora, por fin, publica, y que debe seguir haciéndolo porque sus poemas son
nada más y
nada menos que la medida exacta de las cosas.
Título: Los demás días
Autor: Antonio García Soler
Instituto de Estudios
Almerienses.
Se me ha olvidado decir que el de la izquierda es el poeta Antonio García Soler y el de la derecha con gafas mi maridito.
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