LA CONJURA

domingo, 14 de julio de 2013

RELATOS DE IVÁN PETROVICH BELKIN





Aleksandr Pushkin


La figura de Pushkin es tan importante en Rusia como aquí lo es la de Cervantes. Es considerado el fundador de la literatura moderna rusa. El eslabón perdido. Su obra cumbre, Eugenio Oneguin, es una novela en verso. Fue poeta, dramaturgo y novelista ... y le hubiese dado tiempo a  más si no se hubiese muerto tan joven (qué ocurrencia), a la edad de 37 años. Murió en un duelo con el francés Georges D' Anthès, por una disputa amorosa relacionada con su mujer. Pero dicen que el arma del poeta estaba manipulada y que hubo un complot para matarlo.

Vivió muy rápidamente, alcanzó el éxito literario, se embarcó en diversas aventuras, ingresó  en el ejército, fue crítico con la sociedad que le correspondió vivir, ingresó en la logia masónica y participó  en los movimientos de reforma social para terminar desterrado en la ciudad de Dnipropetrovsk. Llevó en general una vida disoluta, vivió con una tribu de gitanos,  amante de las juergas y apasionado por el juego de los naipes,  amén de dos duelos.

En Rusia existe un refrán : "Me gustaría decir "esto" o decir "aquello" ... pero ya lo dijo Pushkin."

¿Cómo es posible que una persona tan joven pudiese escribir tanto y tan bien? Hoy mientras comíamos en el Fizz, uno de mis restaurantes favoritos, se lo he preguntado a mi maridito. Él tiene una teoría al respecto. Los grandes genios como Cervantes o Pushkin no tenían que conocer tantas disciplinas como nosotros ahora, y tenían más tiempo para escribir. No había informática que aprender (nadie conocía el Word, ni el Excell...) , ni cine que ver, ni TV...  Cuánto más antiguo el personaje menos historia a sus espaldas, menos literatura que leer; por ejemplo, el mismo Pushkin no tuvo que leerse la obra completa de Pushkin....

De todos los cuentos que contiene el libro el más interesante es el primero, el premonitorio relato  "el disparo".

Es un retrato psicológico de odio y venganza contenida, enmascarada tras un personaje con cierto halo de misterio. Odio y envidia hacia el que es mejor que tú, y lo que es aún peor, el hecho fundamental,  como soportar la indiferencia del otro; no importar nada a una persona es el nivel más bajo al que podemos llegar y eso lo refleja  hábilmente Pushkin.

En un duelo un joven falla el disparo y mientras su adversario le apunta con el arma, el joven que inevitablemente va a morir no hace sino mostrarse indiferente. Ni siquiera en ese momento tan íntimo concede el más mínimo valor al enemigo que, sin duda, lo va a matar. Mientras espera el disparo come plácidamente unas cerezas escupiendo los huesos al suelo.

El adversario finalmente baja el brazo: "Me debes un disparo" le dice,  y aplaza el duelo. Aguarda el adversario durante seis años y espera el momento para hacer más daño,  hasta que le llega la noticia de la feliz boda del joven de las cerezas.  Agazapado como fiera envidiosa, el adversario se presenta en su casa y le exige al joven que cumpla...

Los demás cuentos están bien escritos: prosa concisa sin ornamento alguno y un reflejo perceptible de las costumbres de la época; pero las historias y la estructura  no están a la altura del poeta. "La señorita campesina" por ejemplo, parece más bien un vodevil o quizás un cuento para niños; El fabricante de ataúdes es una historia gótica con un final previsible, El maestro de postas, no está mal: el amor paternal que me recuerda a Tio Goriot,  aunque debería decirlo al revés pues la obra de Pushkin es anterior a la de Balzac.

Pushkin buscaba su estilo...

Y yo una frase que he leído y que ahora no encuentro en el libro  (y eso que señalo las páginas). Estaba relacionado con el nombre de un personaje y era algo así como: De cuyo nombre no puedo acordarme...Sin duda Pushkin leyó a nuestro Cervantes.


Decía Ortega y Gasset que Rusia era, como España, invertebrada:

"Coinciden Rusia y España [...] en padecer una evidente y perdurable escasez de individuos eminentes. La nación eslava es una enorme masa popular sobre la cual tiembla una cabeza minúscula. Ha habido siempre, es cierto, una exquisita minoría que actuaba sobre la vida rusa, pero de dimensiones tan exiguas en comparación con la vastedad de la raza, que no ha podido nunca saturar de su influjo organizador el gigantesco plasma popular". Pushkin, exquisita minoría... en pueblo convertida. [1]




















[1] Texto de Ortega y Gasset extraído de un articulo de  Alvaro Cortina

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