LA CONJURA

domingo, 7 de agosto de 2016

AYER NO MÁS


Cuando empieza la guerra, la gente se mata...

Ayer no más es una novela sobre la guerra civil española y sus repercusiones en la época actual. En cierta ocasión oí decir a una refugiada de la guerra de bosnia que, en caso de guerra, hay que HUIR, salir cuanto antes del país y sin vacilar.

En la novela de Trapiello,  se indaga sobre las causas del conflicto y las atrocidades que se cometieron en los dos bandos. Ahora bien, la cuestión principal del libro está en la Memoria histórica. No es que Trapiello esté en contra de la Memoria histórica, al contrario, todos aquellos muertos y enterrados en cunetas, sean del lado que sean, deben ser rescatados y entregados a sus familiares.

La buena memoria es a veces un obstáculo al buen pensamiento, decía Nietzsche, y habría que añadir que la mala memoria, más aún

Pero el autor señala el ánimo de revanchismo, manipulación, y cinismo de falsos intelectuales que utilizan la Memoria Histórica para negocio personal, sin importarle las víctimas y en beneficio propio.Un negocio traducido en libros, conferencias, entrevistas en medios de comunicación, es decir, publicidad y formas de hacerse un nombre y alcanzar prestigio.

En esta tesis de Trapiello está también la tesis del filósofo Paul Ricoeur.

Un ejemplo de esos falsos intelectuales es Marivi, historiadora y miembro del departamento de historia de la universidad donde trabaja el protagonista.



Se sentía no sólo concernida por él, sino personalmente aludida, convencida de que el filósofo, al que por supuesto ni conoce, lo hubiese escrito contra ella Estaba tan agresiva que daba la impresión de que si esa mujer hubiese vivido en 1936, y hubiese estado en su mano, no me cabe la menor duda de que habría llevado a Savater a una cheka, para empezar, pero si alguien le hubiese sugerido hoy tal estampa se lo habría tomado como una ofensa, convencida de ser una persona razonable y pacífica a la que sólo mueven las causas altruistas y por supuesto la defensa de la democracia y la libertad

Yo he conocido a bastantes Marivís. Personas cultas, democráticas, incluso amigos, que no dudarían ni un segundo en mandarte a una cheka.  Y sólo por no estar de acuerdo con sus tesis, y para quedar bien delante de "otros" . ¿Qué no harían si estuviese en peligro su vida? ¡Qué triste!

No hace mucho envié un comentario al blog de Trapiello. En su post se reía de Pablo Iglesias por confundir la obra de Kant, "la critica de la razón pura" por " la ética de la razón pura". Así que yo entré a defenderlo. Era un comentario razonado y muy educado. No me lo publicó. Lo cual demuestra que no es él quien controla su blog... debió ser el técnico. 



Trapiello es partidario de la reconciliación, de contemplar distintos puntos de vista y alejarse del maniqueísmo de buenos y malos.

La diferencia entre unos y otros es que unos, los rebeldes, cometieron sus crímenes en secreto y los guardaron en secreto, y los otros no solo los cometían a la vista de todos, sino que se ufanaban en público de haberlos cometido [] Así se explica que nadie haya querido juzgar y pedir responsabilidades jamás a los suyos, sino sólo a los contrarios. [] y que muchos lucharon en el lado bueno con las peores razones, y otros en el lado malo con los mejores propósitos

Por otra parte, ya lo decía Nietzsche, no es fácil alcanzar  esa distancia que nos permite reconocer aquello que merece ser recordado, ni atinar a saber en qué punto el pasado debe olvidarse para que su peso no sepulte el presente, porque una paz duradera es imposible sin el olvido. Nuestra tarea es luchar  contra la impunidad sin alentar el agravio y el resentimiento, sabiendo que unas veces es preferible la paz a la verdad y otras la justicia a la paz. Un historiador es alguien que mira las cosas a la distancia justa, siempre lo he creído así, buscando un equilibrio



Las citas que tiene son muy buenas.  La relación afectiva entre padre e hijo muy bien contada. Pero aun así, la novela se me hizo un pelín pesada.




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