Habíamos quedado con unos amigos para ver
al “Cabrero” en el Cante de las minas de la Unión. Cuando llegamos, nos
esperaban en el recinto tomándose una cerveza, y haciéndose fotos frente a la “Catedral
del Cante” que es el antiguo mercado. Nos sumamos a las cervezas, a las fotos y
a unas tapas rápidas. Luego, nos fuimos al concierto. Pero, antes de entrar, un
grupo de Madrid nos interpeló, haciéndonos preguntas sobre el Cabrero, sobre si
merecía la pena o no escucharlo esa
noche.
¡Por supuesto! Les dije.
¿Acaso
no merece la pena escuchar esta versión de “luz de luna” de tan sentida manera,
que casi se te agarra al alma?
En los pechos de los montesme amamantoy en la cornisa de los riscosme sostengo:por eso esta nocheles voy a decir de dónde vengo.Vengo del ronco tambor de la lunaen la memoria del puro animal,soy una astilla de tierra que vuelvehacia su antigua raíz mineral.Vengo de adentro del hombre dormíobajo la tierra gredosa y carnal;rama de sangre, florezco en el vinoy el amor bárbaro del carnaval.Hembra se llamay no admite a los hombresni en pura llama;porque la lunahace hombres valientescomo ninguna.Yo quiero luz de lunapara mi noche triste,para pensar divinala ilusión que me trajiste;para sentirte mía…mía tú como ninguna,desde que tú te fuisteno he tenío luz de luna.Como todo mortal,me pregunto quién soyy a dar con la verdad no acierto;me aseguran que soycriatura de Dios,mas yo como un retoñode la tierra me siento;como todo mortal.Yo siento tus amarrascomo lazos, como garrasque me ahogan en la playade la farra y del dolor;si llevo tus cadenasa rastras en la noche callada,que sea plenilunada,azul como ninguna,desde que tú te fuisteno he tenío luz de luna.
¿O
esta otra de “La lluvia sucede en el pasado” que es un soneto de Borges, y que
se te encoge el corazón na más oirla?
LA LLUVIA SUCEDE EN EL PASADO
Bruscamente la tarde se ha aclaradoporque ya cae la lluvia minuciosa.Cae o cayó. La lluvia es una cosaque sin duda sucede en el pasado.Quien la oye caer ha recobradoel tiempo en que la suerte venturosale reveló una flor llamada rosay el curioso color del colorado.Esta lluvia que ciega los cristalesalegrará en perdidos arrabaleslas negras uvas de una parra en ciertopatio que ya no existe. La mojadatarde me trae la voz, la voz deseada,de mi padre que vuelve y que no ha muerto.
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