LA CONJURA

lunes, 12 de octubre de 2020

EL DIABLO A TODAS HORAS




 

Primera novela de Donald Ray Pollock, que como en “El banquete celestial” (de la que ya hablé aquí) nos presenta, aunque de forma más tosca, su característico universo Pollock: personajes lumpen proletariado o sencillamente lumpen, la mayoría violentos y malvados, otros resignados y malditos, y unos secundarios igualmente o más execrables, todos ellos lanzados en una carrera autodestructiva. “En esta ciudad hay muchos hijos de puta, por lo menos cien le dijo el padre a Arvin después de llevar a cabo su venganza sobre dos de ellos.


Relatos sobrecogedores en un ambiente sórdido. La verdad es que se echa en falta algún personaje entrañable pero el universo Pollock no los tiene o, quizás podemos decir, que Arvin, quiere ser entrañable a la manera en que lo es la sociedad anormal en la que vive.


El guitarrista paralítico y el predicador echándose arañas por la cara como prueba del amor de Dios, el fotógrafo psicópata y asesino y su mujer a la que prostituye, el sheriff corrupto, el predicador pederasta y el putero...y un largo etcétera donde sólo encontramos miseria moral por todas partes, sin duda procedentes de una ignorancia unida a una educación con muchas carencias y entre ellas el otorgar el mismo valor racional a todo tipo de supersticiones y religiones.


Muy pocos personajes se salvan de la crudeza de estereotipos que dibuja el autor: tan sólo la abuela, el viejo tío y el anciano tendero que atiende a Arvin, el niño protagonista, el día que se queda huérfano. Y ello porque están marginados en lo suyo, su trabajo natural de la tierra, una constante en la obra de Pollock: sólo el trabajador del campo mantiene una bondad natural no contaminada por la corrupta sociedad.


Pollock es Rousseauniano—me dice mi maridito cuando lee mi reseña.

Pues será. No digo yo que no.


VENGANZA DE ARVIN POR EL ACOSO A SU HERMANASTRA

Arvin blandió otra vez la palanca y le rompió dos costillas. A continuación se puso a darle patadas hasta que el chico dejó de intentar levantarse. Por fin sacó una bolsa de papel de la chaqueta y se arrodilló junto a aquel cuerpo que gimoteaba. Agarró a Matson del pelo rizado y tiró de su cabeza hacia arriba. La chica de dentro del autobús ni siquiera se asomó”

FANATISMO RELIGIOSO COMO ESENCIA DE EEUU

La policía los había trincado por vagabundos justo antes de que oscureciera. Ellos habían estado predicando en una esquina. América se estaba poniendo igual de mal que Rusia, les gritó aquella noche un hombre flaco y medio calvo mientras pasaban escoltados por delante de su celda.¿Por qué la policía podía meterlo a uno en la cárcel solo porque no tenía dinero ni dirección? ¿Y si uno no quería tener dinero ni tampoco una puta dirección? ¿Dónde estaba toda la libertad de la que se jactaban siempre? Cada mañana los policías sacaban a aquel descontento de las celdas y lo obligaban a pasarse el día entero llevando una pila de listines telefónicos escaleras arriba y escaleras abajo. Según contaban los demás reclusos, al tipo lo habían detenido por vagabundo veintidós veces solo en lo que iba de año, y ya estaban hartos de alimentar a aquel comunista de mierda. Por lo menos iban a hacerlo sudar para ganarse sus salchichas y sus gachas.”


Muchas salvajadas, como corresponde a un país raro desde que después de abolir la esclavitud se empeñó en ser el sheriff del mundo y el asesino en serie de víctimas colaterales.



No hay comentarios :

Publicar un comentario