Cartagena. Sábado por la noche en el
restaurante Mare Nostrum. Un tipo muy raro para ser flamenco canta por Soleá.
Es alto, mide casi dos metros, y lleva una bufanda al cuello y un pañuelo en la
americana que le da un aspecto de dandy inglés. Sus modales son finos,
elegantes, y camina sin prisa. Se llama Perico Pañero y es gaditano.
“Canta rancio” nos dice Ángel asombrado. “Clásico”
dice mi maridito— marianista y toronjista—. Pues sí, su voz resuena a disco
viejo de vinilo, con chasquidos incluidos, como de la época de Enrique el
Mellizo, la Perla de Cádiz, o el Niño Gloria.
Antes de cantar, se le vio pasear por entre
el público, tranquilo, algo poco habitual entre los cantaores que no se dejan
ver hasta el momento mismo de la actuación. Cuando dedicó una seguiriya a su novia,
que estaba entre el público, entendimos el motivo. Y no bebía alcohol, nada de
whisky, ni gin tonic, ni siquiera cerveza. ¡Sólo agua! (“agua con sal, mitad agua marina). Durante su actuación se bebió más de dos litros, y, según
dijo el presentador era un hombre aún más frugal en su dieta.
En la mesa contigua a la mía, dos
individuos TODAVÍA MÁS RAROS, de edad avanzada, jaleaban y bebían toda la cerveza que
podían. Se habían traído un táper con croquetas de otro bar, que no dudaron en
sacar y comer con toda naturalidad, aunque tuvieron el detalle de pedirse una
cerveza.
Hacían palmas, (en perfecto compás según
el palo) y hablaban a gritos por encima de los demás. Uno de ellos estaba
emocionado. ¡Dios mio! ¡Es como escuchar a Enrique el Mellizo! Se levantó
temblando, y se dirigió al escenario, y ante la sorpresa de los espectadores, y
del cantaor, y del guitarrista también, se arrancó a bailar.
A partir del minuto cinco salta el Bongui al tablao
¡Olé!
A mí me divertían, pero a mi amigo P. no les hacían ni chispa de
gracia. Él tiene alma de científico, es un hombre de orden. Les
mandó callar un par de veces aunque ellos no se dieron por aludidos, y la única
vez que se percataron de nuestra presencia lo hicieron con esa SEGURIDAD
que tienen aquellos que nada les afecta, sin enfadarse.
Hice mis indagaciones. El bailaor ESPONTÁNEO, resulto ser el “Bongui” conocido
cantaor de Cartagena, del barrio de Santa Lucía, que fue premio lámpara minera. No sé si el Bongui es un buen cantaor, ni idea, (ahora
buscaré en youtube) pero lo que sí tengo claro es que era, por así decir, el
más flamenco de todos los que estábamos allí.
Porque el flamenco es una forma de
entender el amor, la amistad, etc., en fin, la vida…. Sólo los grandes viven
para el flamenco y no al revés (vivir del flamenco lo hace cualquiera). Y el Bongui es un flamenco a todas horas del
día. Su vida es flamenca.
Me cuentan que suele llevar una bandolera
(de esas horteras donde se guarda el móvil) en la que lleva una lata de
sardinas y un tomate, y allí, en el mismo puerto de Cartagena, con sus
compadres la abre y se la comen, bebiendo una cervesita mientras se arrancan
por mineras.
Mientras tanto, en el tablao, asistimos
asombrados a la mutación de Perico Pañero, que en ese momento, se lanzaba por
seguiriyas y arrugaba el ceño y cerraba los ojos y su rostro evolucionaba
sorprendentemente de gentleman inglés a Spock, el de Star Trek.
Y luego un gran ARTISTA; así en mayúsculas: Antonio
Carrión, un virtuoso de la guitarra, sevillano, y también cantaor. Yo lo había
visto en anteriores ocasiones en el festival de lo Ferro. Al terminar le di la
enhorabuena y quise hacerme una foto con él, a lo que el ARTISTA accedió muy
amablemente.
¡OLÉ! y ¡OLÉ! Fantástico el Bongui al subirse al tablao y a Perico Pañero que se anima al instante. Qué contagioso lo que sea. Estás estupenda. Besos.
ResponderEliminarEn primer lugar, no deberías hablar sobre lo que es o no hortero, pues das a entender que no te has mirado en el espejo antes de escrirlo...
ResponderEliminarEn segundo lugar, te pido porfavor que borres tanto las fotos como los comentarios que has hecho sobre una persona a la cual no conoces... Por eso mismo no hables! Y más cuando la información que otorgas no es cierta.
Y finalmente, decir que EL BONGUI es un artista de los pies a la cabeza, si le conocieras (o le hubieses escuhado) lo sabrías, pero evidentemente no es así (Por suerte para EL).
PD: No me ha quedado claro si bebian toda la cerveza que podían o si tuvieron el detalle de pedirse una... Seguramente habías ingerido tantas que al final ya no lo tenias claro verdad?
Dedicate a escribir sobre ti y no sobre los demás.
Siento que no me hayas entendido bien y que me hayas malinterpretado. Mi intención era alabar a una gran artista como es el Bongui, al que ADMIRO, y al que le doy la categoría de GRAN FLAMENCO. Y me parece un gran artista no sólo porque canta ( y muy bien, ES PREMIO LÁMPARA MINERA) sino también por su forma de actuar en la vida. Me pareció una persona generosa, y eso es lo que he querido plasmar.
ResponderEliminarEn mi post digo que es "Flamenco a todas horas del día" y que eso se traduce a distintos ámbitos de la vida, la amistad, el amor... Y mientras los demás estábamos un poco encorsetados escuchando la actuación; el Bongui estaba disfrutando, porque actúa como lo que es: un gran flamenco, UN ARTISTA.
Eso quería decir.