LA CONJURA

martes, 4 de septiembre de 2012

LA TRAMA CELESTE

LA TRAMA CELESTE.


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Adolfo Bioy Casares.


Tenía gran interés en leer este libro, entre otras cosas, porque me lo recomendaba Mario Vargas Llosa, y, me cuesta decirlo, porque en verdad me gusta el gran escritor cuyas iniciales son ABC (en Argentina, B, es Borges; C, es Cortázar; y el ABC de la escritura es Adolfo Bioy Casares). De él ha dicho Antònio Lobo Antunes ( ALA) que lo prefería antes que a Borges, porque sus argumentos le emocionaban más; y, como suele ocurrir cuando te recomiendan tanto un libro, siento decirlo, pero no ha cumplido mis expectativas.

Un relato corto ha de ser preciso, milimétrico hasta el último detalle, de manera que todo encaje en un puzzle, que sea puro arte concentrado. Pero Bioy Casares en la trama celeste da muchos rodeos para decir lo importante. Da la impresión de que su amistad con Borges lo delimita y condiciona.

“nada es más difícil que lograr la expresión justa: no ser deficiente, no excederse” (El perjurio de la nieve)

El libro está lleno de cultísimas referencias a escritores y poetas, principalmente ingleses, y expresiones en latín, alemán, inglés; y referencias a mitos:

Robert Browning; Maler Müller; Darwin; Kant; Tanagra, antigua cultura griega; Shelley; Anubis, deidad egipcia; Chateaubriand François René; Beckford William; Jean Gris; Juvenal; Blanqui Louis-Auguste, socialista y revolucionario que estuvo preso durante treinta años; David Lloyd George; político liberal inglés que trabajó para instaurar el estado libre de Irlanda, William Morris; Demócrito de Abdera; Cicerón; Ovidio; Mendelssohn Moisés, filósofo alemán que defendió una religión natural basada en el sentido común; Regiomontano; el mito del judío errante; Arquitas; Boisgobey, Fortune H.A.; Gaboriau, Emile; Chatterton Thomas; Paracelso; Tomás Moro; Tavernier, Jean Baptiste; Metternich, Clemens Wenzel Nepomuk Lothar; San Agustín; István Szechenyi; Poe; De Quincey, Thomas; Keats John; Schopenhauer; Calvino; Campoamor; Coleridge Samuel,etc.

Hay varias narraciones en el libro y con diversos argumentos:

1-En memoria de Paulina: el regreso fantástico de Paulina, la antigua novia.

2-De los reyes futuros: los amigos de la infancia, ahora investigadores, cuyos logros consisten en que las hormigas construyen hormigueros individuales una vez superado su instinto gregario, focas que se comunican con el pensamiento e interesadas en la evolución del hombre; orugas blancas en un mundo idealista con capacidad para proyectar ideas nítidas (como la caverna de Platón).

3-El ídolo: con Genevieve , la malvada doncella francesa.


 Hay que destacar dos relatos: La trama celeste y El perjurio de la nieve.
En el primero Bioy Casares se adelanta a la teoría de cuerdas. El protagonista, un piloto de pruebas, aparece alternativamente en distintos mundos paralelos, todos ellos en Buenos Aires.

Ahora bien, por su novedosa estructura, el más interesante es “El perjurio de la nieve” donde encontramos varios niveles narrativos. Un narrador dentro de otro narrador. Alfonso Berger Cárdenas (curiosamente también con las iniciales ABC y cuyo primer apellido “Berger” recuerda fonéticamente a su gran amigo Borges) elabora un texto narrativo a partir de la narración de Juan Luís Villafañe, poniendo en tela de juicio los hechos realmente acaecidos tal y como los narró este último.

Alfonso Berger Cárdenas (ABC) se encarga de hacer una segunda lectura o interpretación de los hechos, abriéndonos, así, los ojos al lector engañado, que teníamos las claves para entenderlo, pero que no supimos, como si se tratase de una novela de Agatha Christie.

“Compara un episodio de la vida de Vermehren con la sorpresa final de un cuento, en que un personaje, hasta entonces considerado secundario, resulta bruscamente el protagonista” (EL PERJURIO DE LA NIEVE)

¿Quién realmente vio aquella noche a Lucía,? ¿Fue Villafañe o fue Oribe? ¿ Borges o ABC?

“Poseía ese modesto y útil sustituto del conocimiento del griego y del latín que es el conocimiento del francés y del inglés”. (El perjurio de la nieve).


Los idiomas universales hoy día son el inglés y el francés. Aunque si hablamos de la realidad, de encontrar la verdad, me recuerda mi maridito que Heidegger ya decía que la verdad sólo podía decirse en griego y en alemán

“Trataba la realidad como una composición literaria, y debía imaginar que el valor antitético de esa anécdota era irresistible”

Dice mi maridito al respecto: Que la realidad consista en lenguaje pasa, pero que el valor de las anécdotas sea tan poderoso, vamos por ahí no paso. ABC, recordemos, era un señorito ricachón y ligón que pudo dedicar toda su vida a recopilar anécdotas significativas. ¿ Se tomó en serio la vida ABC?- Quizás, ya muy tarde (GdB). (Gil de Biedma)

Y yo digo: La vida es lenguaje, y la vida sobre todo es anécdota. Al final de nuestras vidas recordamos sólo eso: las pinceladas que nos impresionaron. Y Bioy Casares sería un ricachón, no lo niego, pero era un ricachón noble, atractivo; con un gran amigo: Borges; y con una extensa cultura y unos escritos que emocionaron a Lobo Antunes y a mi también.

“Llamé por teléfono a su casa; me atendió él mismo y me dijo que no estaba; le dije que lo visitaría a la noche”. (El perjurio de la nieve).
¿Una reflexión paradójica o una simple ocurrencia?

“Una emoción, indudablemente, es una forma humildísima de crítica”. (El perjurio de la nieve)

“Estoy acostumbrado a esa época; las demás se me figuran irreales: la Antigüedad me parece fantástica, la Edad Media mezquina, el siglo XVIII groseramente moderno. Si no me vigilo creo que el siglo XVII es la época natural de la vida humana; más aún, de mi propia vida” (El otro laberinto)

En fin, todos los grandes tienen sus altibajos.

Bye, Bye,  Bioy.

Un 7,5 para El perjurio de la nieve. Un 6,5 para La Trama celeste. Un 5 para los demás relatos: estamos en septiembre.

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