DE ROSA RIBAS
RAZONES DE LA LECTURA
Hace poco Mariplatónica vino a casa y me dejó este libro en
depósito, como un objeto multipropiedad por tiempo, que es como la vida misma en el Planeta Tierra. Me dijo que lo leyera, que luego lo leería ella también. Había ido a
una conferencia de la autora y le había parecido bastante interesante, con un
discurso profundo y sencillo, lo que es difícil de encontrar hoy en día.
ARGUMENTO
Joaquín es un niño que abandonan sus padres nada más nacer
porque está maldito. Es un hombre lobo. Su mundo se reduce a su abuela con la
que vive aislado en la montaña, además de un perro y un gato. En el colegio tan
sólo tiene un amigo, Vicente.
Encontramos en Joaquín fundamentalmente a una persona buena. Él
quiere a los suyos y por ellos soporta las humillaciones de la gente, el
aislamiento, la soledad, las burlas. Podría
hacer daño pero no lo hace. Así se lo enseñó la abuela. De mayor, como último
recurso, emigrará a Alemania, a las minas de carbón, y trabajará en el turno de
noche, porque allí no llega el influjo de la luna y así la fiera no saldrá.
Sin embargo desconocemos la historia de la otra parte del
binomio. Nada sabemos del lobo en que se transforma las noches de plenilunio. Y
la verdad es que tampoco nos interesa porque ésta es la historia del lado bueno del lobo.
MI CRÍTICA LITERARIA
En la novela hay un único narrador omnisciente en tercera
persona, que nos cuenta la historia de un hombre lobo muy especial, es decir, no
como los hasta ahora recreados en películas de terror. Pero como yo no soy
aficionada a los temas fantásticos, supersticiosos o de terror, ni a sus
personajes como los Dráculas, zombis u hombres lobo, pensé que no me iba a
gustar, vamos, que me aburriría.
Pues me equivoqué del todo todo. Debí pensarlo pues lo
recomendaba Mariplátonica. Y he
disfrutado mucho leyéndolo, aunque mi maridito me dice que la literatura no se
hace para eso, para disfrutar, sino para la inteligencia de las ideas
objetivadas en ella.
—No estoy de acuerdo—le digo—porque yo disfruto muchísimooo
leyendo.
Sí, pero esa es una satisfacción de la inteligencia, me dice,
y no de los sentidos. No es como tomar cerveza o estar de fiesta. Es una emoción que proviene de la
inteligencia. De cuando resuelves un problema de las ideas que estás
leyendo. Por eso la gente no necesita leer porque para disfrutar ya tiene otras
actividades.
Bueno, no sé.
Pese a ser un tema fantástico, la novela ha resultado ser más
realista que otras muchas, pues la autora ha usado lo fabuloso para criticar
aspectos de la realidad más real de la vida de los humanos.
El conflicto entre el bien y el mal es uno de los temas
centrales de la novela. El hombre es un lobo para el hombre. O peor aún, y como decía un alemán del siglo XX seguidor de
Maquiavelo, un tal Carl Schmitt: El
hombre es mucho peor que un lobo para el hombre. El hombre es un hombre para el
hombre.
Un buen libro, muy
bien escrito, humano, entretenido, tierno, muy tierno, etológico, y con un
final sorprendente.
Pues ya lo he leído y muy oportunamente, acompañada de una luna de sangre y un espectacular eclipse lunar que hubo ayer noche, y que muestro en estas fotografías. Mari, ahora faltas tú.
la luna de sangre y el eclipse.
la luna de sangre y el eclipse.
“Hay cosas que es mejor no querer saber” “¿Por qué?” “Porque las explicaciones siempre se quedarán cortas. Te harán infeliz”.
Cuando conversaban, Joaquín y Vicente solían hablar con mucha seriedad. Él porque había sido un niño solitario y lo sentía como un acto importante al que debía prestar toda su atención. Vicente porque, según don Amadeo, albergaba en su interior un pequeño filósofo, algo que Joaquín, que no entendía el adjetivo “azoriniano” con el que el maestro completaba la descripción de su mejor alumno.