LA CONJURA

sábado, 31 de agosto de 2013

El Tiempo entre costuras

De: María Dueñas



Sira Quiroga, una modista de Madrid, abandona a su novio con el que estaba a punto de casarse, por  un hombre que acaba de conocer y del que se enamora apasionadamente. Lo deja todo por Ramiro, un seductor sin escrúpulos que a la mínima de cambio la deja  abandonada en el antiguo Protectorado Español en Marruecos      (concretamente en las ciudades de Tetuán y Tánger) después de embarcarla en un negocio ruinoso. Se queda sola, embarazada y arruinada en un lugar desconocido para ella.

Por suerte, conoce a Félix y a Candelaria  que serán sus amigos y personajes importantes en la narración;  esta última regenta  una pensión y con ella vive una arriesgada aventura a fin de conseguir el dinero con el que abrir un taller de alta costura para damas de la aristocracia alemana e inglesa.

Una nueva personalidad : mujer elegante y cosmopolita al frente de un atelier, trabajando duro, un mundo particular y una vida interesantísima donde llega a relacionarse con las altas esferas de la política del momento: Ramón Serrano Suñer, el cuñadísimo de Franco, Juan Luis Beigbeder, destacado militar y politico del Protectorado en Marruecos o Rosalinda Fox también un personaje real y amante de Beigbeder .

Una historia bien construida, con personajes ficticios y reales en medio de dos contiendas, la Guerra Civil Española y la Segunda Guerra Mundial, una novela colonialista con excelentes descripciones de la vida y ambiente del Marruecos de los años cuarenta, una novela de aventuras, de amor e intriga, una novela tierna e histórica con una prosa sencilla y amena, fácil de leer y adictiva.

No es una novela de grandes pensamientos y reflexiones pero sí insufla optimismo, ganas de vivir, es una sensación como cuando éramos chicos y leías algo que te gustaba mucho, como cuando leías un tebeo del Capitán Trueno y te parecía maravilloso y te daban ganas de ser pirata o aventurero, pues aquí igual; y  cuando terminas de leerla dices "Aaahh qué bien" y como dice Joel Dicker sabes que vas a echar de menos a sus personajes.  Además, con este libro Maria Dueñas, necesariamente ha debido documentarse,  cosa que se nota y muy bien por cierto, algo que le gusta a Mario. (Vargas LLosa)

Sin embargo, sólo un pero. Si alguien empieza a leerla podrá contar las veces que aparece en el texto "sin embargo".

Las calles abarrotadas de Tetuán, los jardines de la Alta Comisaría, la banda jalifiana entonando himnos con brío, jazmines y naranjos, galones y uniformes.


Y sobre todo, el mar me trajo aquella mañana sensaciones olvidadas entre los pliegues de la memoria: la caricia de una mano querida, la firmeza de un brazo amigo, la alegria de lo compartido y el anhelo de lo deseado.

Dónde está aquella Sira a la que una muchachita mora cortó el pelo con unas tijeras de coser en la cocina de la pensión de la Luneta, dónde quedaron las poses que tanto ensayé en el espejo resquebrajado de mi patrona. Se perderán entre los pliegues del tiempo.

Y lo último y único que le dijo Ignacio, su novio, cuando ella lo abandona por Ramiro:

Nunca va a quererte tanto como yo.

Resumiendo: Entre costuras de tiempos vividos y un tiempo entre costuras.

Nota: 8











jueves, 8 de agosto de 2013

La verdad sobre el caso Harry Quebert

De: Joël Dicker

Marcus Goldman es un joven escritor que alcanza el éxito, dinero, popularidad y prestigio,  tras la publicación de su primer libro. Ahora tiene que cumplir los plazos con su editor y escribir la que será su segunda novela pero las musas  no le acompañan y se enfrenta al terror de la página en blanco.   Para inspirarse decide visitar  a su maestro y amigo Harry Quebert en la pequeña ciudad de Aurora en New Hampshire, allí tiene una cabaña frente al lago o al océano--ya ni recuerdo y lo mismo da pues como es sabido todos los escritores y artistas estadounidenses tienen una cabaña frente al lago--.  

Fue Harry Quebert, su profesor de literatura en la Universidad, quien  ayudó al protagonista en sus principios como estudiante de literatura y joven autor.  Es entonces cuando  descubre que su maestro, Harry Quebert, estuvo enamorado hace más  treinta años de una joven de quince años. La joven es encontrada muerta acusando a Harry Quebert del asesinato.

Pues ya está,  tenemos la excusa perfecta para buscar al verdadero culpable en un thriller de más de seiscientas páginas. Podría ser una buena lectura a la orilla de la playa, bajo la sombrilla y al resguardo del sol con bronceador del cincuenta,  pero a mí no me gusta demasiado, es decir, está bien, pero sólo para ponerle un aprobado (a pesar de que tenga el Goncourt).  Se me ha hecho lento, pesado, pesadísimo...

Con distintos planos narrativos: año 2008 en que se narra la novela  y el pasado en los años  1975 y  1998; dicen también que con giros sorpresivos en la trama, aunque yo no veo tales giros, al contrario, el lector conocedor de la  novela negra estará atento y  acostumbrado a las trampas de este género  no sería de extrañar  que descubriese quien es el asesino. Desde luego prefiero a Agatha Cristie.

Una mezcla de Lolita o de Beautiful Girl, (eso sí que era una historia de amor entre la jovencísima Natalie Portman Y Timothy Hutton) con reminiscencias de "Los hombres que no amaban a las mujeres" sin llegar ni a su altura ni calidad.

Había enloquecido de amor por una chica de quince años !!

Muchos tópicos, por ejemplo el escritor que logra la inspiración en una cabaña frente al  lago y en escasas semanas redacta un magnifico libro que se rifaran las editoriales y que será el canon de obras principales en el siglo XX y venideros.

Le cogió de la mano y le instaló en la terraza. Le trajo sus folios, sus cuadernos, sus bolígrafos. Hizo café,  puso un disco de ópera y abrió las ventanas del salón para que lo oyese bien. Sabía que la música le ayudaba a concentrarse. Poco a poco, él recuperó la calma y se puso a la tarea de empezar de nuevo; escribir una novela de amor, como si su historia con Nola fuese posible. Escribió durante dos horas largas, las palabras venían por sí mismas, las frases se dibujaban con perfección, naturalmente, brotando de su bolígrafo, que bailaba sobre el papel. Por primera vez desde que estaba allí, tuvo la impresión de que su novela estaba realmente empezando a nacer. 

Sin embargo, los diálogos  del protagonista  con su madre son  graciosos y para mí lo mejor del libro. Apostaría a que son reales.

Hay frases interesantes acerca del oficio de escribir:

Escriba  porque es el único medio para usted de hacer de esa minúscula cosa insignificante que llamamos vida una experiencia válida y gratificante.

Un buen libro, Marcus, no se mide sólo por sus últimas palabras, sino por el efecto colectivo de todas las palabras precedentes. Apenas medio segundo después de haber terminado el libro, tras haber leído la última palabra, el lector debe sentirse invadido por un fuerte sentimiento; durante un instante, sólo debe pensar en todo lo que acaba de leer, mirar la portada y sonreír con un gramo de tristeza porque va a echar de menos a todos los personajes. Un buen libro, Marcus, es un libro que uno se arrepiente de terminar.

La vida es como una carrera a pie, Marcus: siempre habrá gente más rápida o más lenta que usted. Todo lo que cuenta al final es la voluntad que ha puesto en recorrer el camino.

Y la mejor cita. La que muchos deberían y deberíamos tener en cuenta. Para escritores, poetas, y filósofos, para todos ellos vale:


¿Y cómo sabe uno que es escritor , Harry?
Nadie sabe que es escritor. Son los demás los que se lo dicen.



Dos de los personajes son los homicidas y  asesinos, pero no diré sus números de placa.