LA CONJURA

sábado, 18 de noviembre de 2023

EL RULETISTA


 

Este relato corto del rumano Mircea Cártárescu gira en torno a la vida, la muerte y el azar, está considerado como uno de los grandes textos referente de la literatura rumana actual.


Cuenta la historia de un hombre que se hace rico jugándose la vida a la ruleta rusa. Pero ese hombre que nunca antes había tenido suerte, ahora, sin embargo, la tiene y sale vivo cada noche. Las condiciones del juego se empeoran. El revolver tiene cada vez más balas en su recámara, lo que parece no afectarle. En cada una de las sesiones un público ávido de impresiones fuertes hace apuestas. El ruletista, como una especie de José Tomás en el ruedo, se acerca cada vez más a la muerte saliendo invicto en todas las ocasiones.


El ruletista parece inmortal.


Aunque la verdadera historia es, en realidad, la del narrador,  que resulta ser  un viejo escritor que conoció al ruletista en su infancia y juventud y cuya única forma que conoce de inmortalidad es la literatura.


Pues ahí está el relato. Es corto. Y es bueno. Inmortal. No muere a tiros.


Quizá habría sido mejor serlo, porque la escritura exige drama y el drama nace de esa lucha agónica entre la esperanza y la desesperanza, en la que la fe desempeña un papel , me imagino, esencial. En mi juventud, la mitad de los escritores se convertía y la otra mitad perdía la fe, pero en su obra literaria el efecto era más o menos el mismo. ¡Cómo los envidaba yo por aquel fuego que sus demonios atizaban bajo los calderos en que se regodeaban como artistas! Y mírame ahora, en mi escondrijo, un ovillo de harapos y cartílagos por cuya mente o corazón nadie apostaría, porque a mí nadie puede ya quitarme nada.



EL PROBLEMA FINAL


 


En “El problema final” Arturo Pérez Reverte ha querido rendir homenaje al género de novela negra y policíaca. Durante un fuerte temporal en la isla griega de Utakos, muy cerca de Corfú, nueve huéspedes se quedan aislados en el único hotel local. Y como en las novelas de Agatha Christie se cometerán varios asesinatos, lo que indefectiblemente lleva a la conclusión de que el asesino está entre ellos.


Como nadie puede entrar ni salir de la isla debido a la tormenta, deciden que la investigación corra a cargo de quien hasta ese momento tiene más parecido a un policía: Hopalong Basil, un actor en decadencia conocido por interpretar a Sherlock Holmes, y al que se le suma en la investigación un escritor español de novelas baratas.


Al final, no adiviné quien era el asesino. Y aunque fue una sorpresa descubrir su identidad, no me gustó la solución que da el autor al desarrollo de los crímenes por cuya explicación (al menos en dos de los asesinatos) está cogida por los pelos.


La novela tiene su parte metaliteraria y metacinematográfica con continuas referencias sobre las teorías de construcción y estructura de novela negra y al cine negro de Hollywood de aquella época. Sin embargo su lectura se me ha hecho muy pesada.



Lo que me gusta de esa clase de novelas es que, grandes clásicos aparte, son las únicas que se prestan a leerlas dos veces.


Comprendo. Una para desvelar el misterio y otra para comprobar como se ha planteado… ¿Se refiere a eso?


Sí, exacto. Y lo que más me fascina es el arte narrativo del engaño.


Todo puede utilizarse para mentir—añadí—, y usted me dio las claves. El duelo en una novela policíaca no es entre el asesino y el detective, sino entre el autor y el lector.






viernes, 10 de noviembre de 2023

DIARIO DE UNA DAMA DE PROVINCIAS


 



Este libro consiste en las reflexiones de una autora, esposa, madre, y escritora de clase media alta a principios de los años treinta del siglo pasado en la campiña inglesa, sobre las vicisitudes propias de la vida cotidiana.


El diario es una forma de guardar distancia y tomar perspectiva frente a los hechos cotidianos que constituyen el día a día en un hogar típicamente inglés pero que a más de uno les sobrepasaría.


Ha de batallar contra apuros económicos que la hacen estar en continuos descubiertos bancarios, hacer equilibrios y pedir préstamos al mismo banco para pagar a la cocinera, a la doncella, a la nanny francesa, al colegio de su hijo mayor, además tiene que soportar a su repelente vecina Lady B, y no le queda más remedio que recibir las visitas de sus amistades, la mujer del párroco, mantener un bonito jardín, todo ello ante la mirada impasible de su marido que la mayoría de las veces aparece leyendo el magnífico-en aquellos años- periódico “Times”.


Pero además nuestra dama tiene inquietudes intelectuales. Se presenta a certámenes literarios, imparte conferencias, participa en debates y tertulias literarias y visita a menudo la vida culta y bohemia de Londres.


Con este relato de E. M. Delafield sobre las aventuras y desventuras de su protagonista se crea un retrato hilarante, pero serio, de la clase media alta británica, periodo de entreguerras de mediados de los años treinta del siglo pasado.


Le expreso a Rose mi temor de que voy a perder la razón si no se materializa una criada. Se muestra tan comprensiva como de costumbre, pero no consigue sugerir nada que no haya probado ya. Para animarnos un poco nos vamos de rebajas y me compro un vestidito tenis de hilo amarillo—una libra, nueve chelines y tres peniques—en virtud del crédito recién formalizado, pero inmediatamente después me asalta el convencimiento de que les estoy quitando el pan de la boca a Robin y Vicky.