LA CONJURA

domingo, 6 de octubre de 2019

¿Quién es Carmen Mola?



                                                                                             
La verdad es que no se sabe. Lo de Carmen Mola es un pseudónimo, la autora o autor, que no está claro, intenta ocultar su verdadero nombre. Se supone que es una escritora española inédita y con dos novelas negras de gran éxito: LA NOVIA GITANA y LA RED PÚRPURA. Aunque teniendo en cuenta  la celeridad con la que se le ha editado las dos novelas, no creo que sea un escritor hasta ahora desconocido e inexperto, sino más bien alguien ya famoso o por lo menos con muy buenas relaciones en el mundo editorial. 


Los dos libros son violentos y adictivos, que ya es bastante. La protagonista es una inspectora divorciada, sexualmente compulsiva y aficionada al Karaoke. Un personaje atormentado como es habitual en la novela negra, aunque en este caso con causa justificada, su hijo fue secuestrado por una red mafiosa que trafica con apuestas y vídeos extremadamente violentos.



Pero nada más. Con esto quiero decir que no es especialmente original, ni en su contenido ni en su forma, pero sí adictiva, de lectura rápida de historias muy violentas bien estructuradas; resuelve bien los casos, sin un as bajo la manga y sin necesidad de efectos especiales ni OVNIS pululando por el espacio como la famosa Fred Vargas y su disparatado caso de la araña premiada. 
En resumen, se pasa el tiempo volando leyendo estas dos novelas de quien quiera que sean, aunque concluyes que Freud se quedo corto en definir al ser humano mediante dos energías incoscientes, el sexo y la agresividad, que se deben sublimar por el bienestar de la cultura.




Elena se despierta porque una mosca le está haciendo cosquillas en la nariz. Tarda solo unos segundos en recordar en dónde está: en el salón en penumbra de una casa aislada en el campo. Atada de pies y manos. Frente a ella un emjambre de moscas revolotea sobre el cuerpo de Victoria.


Un sendero de grava conduce a la puerta principal de la casa, una construcción de piedra, muy sencilla, con un tejado a dos aguas. Elena rodea la casa en busca de alguna pista. En la parte trasera hay un todoterreno aparcado, con el parachoques y los neumáticos manchados de barro. Las contraventanas están echadas e impiden espiar en el interior de la vivienda. 



sábado, 5 de octubre de 2019

TUS PASOS EN LA ESCALERA






   




Empecé a leer este libro este verano antes de ir de viaje a Lisboa para ambientarme un poco; bueno, por eso y porque me lo regaló mi marido.

Antonio Muñoz Molina es uno de mis escritores actuales preferidos. Es un gran escritor, un buen narrador; sin embargo esta novela es el claro ejemplo de que puedes ser un excelente narrador y escribir genial formalmente, y aún así, no funcionar materialmente, porque la literatura necesita alma, algo que decir y contar, un duende, una gracia en su conjunto, algo más que el hecho aislado de escribir bien y construir frases correctamente. Un poco extensas, por lo demás—dice mi maridito.

Una historia intimista. Sabemos que el protagonista vivía en NY con su pareja, y que ahora está en Lisboa preparando el apartamento donde pronto se trasladaran. Y mientras hace los preparativos recuerda el pasado juntos, en pareja, en la gran ciudad. E intuimos, que algo va mal. Y Muñoz Molina se estanca innecesariamente, da vueltas y vueltas y no despega. Pero da igual, porque yo dejo de leer cuando voy por más de la mitad del libro.

Y ya está.

Mi marido se niega a decirme el final.



El cielo estaba oscuro y bajo, y no paraba de llover. En la calle la basura se acumulaba día tras día junto a los contenedores rebosantes Más que la incomodidad me agobiaba la superstición de que por culpa de aquellos percances nuestra vida futura en la ciudad quedara malograda, nuestra casa sin estrenar se contaminara de fracaso. No quería decirle nada a Cecilia por miedo a que retrasara su viaje. Pero tampoco quería que viniera y se encontrara en medio de un desorden deplorable, sin condiciones para vivir ni para trabajar.