LA CONJURA

miércoles, 25 de diciembre de 2013

El arte de la prudencia


Si “el mundo es un cero”, ¿qué será el hombre ?

Llevo el libro de Gracián en el bolso—que es pequeño, me refiero al libro, edición de bolsillo—y lo saco  en los pocos ratos libres que tengo. Así,  intento leer los trescientos aforismos de los que consta, aunque he  llegado sólo a la mitad del librito;  y es que  exige un enorme esfuerzo descifrarlos y  comprender cada uno de ellos. Miente el que lo niegue.
Pero el mismo Baltasar Gracián dejó escrito:





Lo bueno si breve dos veces bueno; y aún lo malo, si poco, no tan malo

Baltasar Gracián (1601-1658) es uno de los escritores más representativos del Barroco español.  El conceptismo llega a su más alta expresión con Gracián. Fue el autor favorito de Schopenhauer y Nietzsche.
“Trabajo para ser breve y me hago oscuro” decía Horacio y también suscribía Baltasar Gracián.
El libro es un cultísimo manual de autoayuda,  concentración de ideas en mínimas frases, donde se mantiene la idea de la prudencia  para mantener el éxito en esta vida. Para ello Gracián propone unas veces  disimulo  e intuición y otras provocando la admiración ajena. Una biblia de la vida, donde cada sentencia, es la expresión de una  gran idea.


He intentado sacar un mínimo de máximas que más me han gustado.

6. -Hombre en su punto. Algunos no llegan a ser cabales, fáltales siempre un algo; tardan otros en hacerse.

7.- Hombre inapasionable, prenda de la mayor alteza de ánimo. Su misma superioridad le redime de la sujeción a peregrinas vulgares impresiones. No hay mayor señorío que el de sí mismo, de sus afectos, que llega a ser triunfo del albedrío. Y cuando la pasión ocupare lo personal, no se atreva al oficio, y menos cuanto fuere más: culto modo de ahorrar disgustos, y aún de atajar para la reputación.

11. Tratar con quien se pueda aprender…[penetrando el útil del aprender con el gusto de conversar]

13. Milicia es la vida del hombre contra la malicia del hombre…[entiende siempre lo contrario de lo que quiere que entienda, y conoce luego cualquier intentar de falso…]

15.- Hay mucho que saber y es poco el vivir, y no se vive si no se sabe.

16.- Saber con recta intención. Monstruosa violencia fue siempre un buen entendimiento casado con una mala voluntad. La intención malévola es un veneno de las perfecciones y, ayudada del saber, malea con mayor sutilieza.

17.- No ser eminente en el empleo vulgar por querer ser mediano  en el sublime, excusa tiene de generosidad; pero contentarse con ser mediano en el último, pudiendo ser excelente en el primero, no la tiene.

27.- Todo lo muy bueno fue siempre poco y raro, es descrédito lo mucho.

31.- La infelicidad es de ordinario crimen de necedad. Nunca se le ha de abrir la puerta al menor mal, que siempre vendrán tras él otros muchos.

45.- La reflexión en el proceder es gran ventaja en el obrar: no hay mayor argumento del discurso. La mayor perfección de las acciones está afianzada del señorío con que se ejecutan.

48.- Hay sujetos de sola fachada, como casas por acabar. No hay en estos donde parar, o todo para, porque, acabada la primera salutación, acabó la conversación.

50.- Nunca perderse el respeto a sí mismo.

52.- Nunca descomponerse …[porque toda magnanimidad es dificultosa de conmoverse]

53.- Es pasión de necios la prisa.

55.- Sea uno primero señor de sí, y lo será después de los otros.

57.- Lo que luego se hace, luego se deshace; más lo que ha de durar una eternidad, ha de tardar otra en hacerse. Lo que mucho vale mucho cuesta.

58.-Saberse atemperar. No echa a la presa el buen cetrero más rapiña de la que ha de menester para darle caza… Siempre ha de haber novedad con que lucir, que quien cada día descubre más, mantiene siempre la expectación.

59.- Hombre de buen dejo… poniendo más cuidado en la felicidad de la salida que en el aplauso de la entrada.

70.- Saber negar. No todo se ha de conceder, ni a todos. El NO y el SÍ son breves de decir y piden mucho pensar.

73.- Saber usar el desliz… ni hay mayor atención que no darse por entendido.

84.- Saber usar de los enemigos… Fabricáronles a muchos su grandeza sus malévolos.

90.- Arte para vivir mucho: Dos cosas acaban presto con la vida: la necedad o la ruindad. Quien vive aprisa en el vicio, acaba presto de dos maneras, quien vive aprisa en la virtud, nunca muere.

95.- Saber entretener la expectación. No se ha de echar todo el resto al primer lance.

101.- La mitad del mundo se está riendo de la otra mitad, con necedad de todos. Lo que éste sigue el otro persigue. Insufrible necio el que quiere regular todo objeto por su concepto. No hay defecto sin afecto, ni se ha de desconfiar porque no agreden las cosas a algunos, que  no faltarán otros que la aprecien

107.- No mostrar satisfacción de sí. Viva ni descontento, que es poquedad, ni satisfecho que es necedad.

109.- No ser acriminador. Hay hombres de genio fiero, todo lo hacen delito. Indica ánimo peor que cruel, que es vil, y acriminan con  tal exageración, que de los átomos hacen vigas para sacar los ojos.

114.- Nunca competir.