LA CONJURA

martes, 25 de diciembre de 2018

UNA CENA MUY ORIGINAL



DE: Fernando Pessoa




Corrían malos tiempos para todas las artes. La originalidad había entrado en declive. La gastronomía también acusaba decadencia y debilidad.


Es una de las primeras obras de Pessoa, corría el año de 1907, y la firmó con su heterónimo de Alexander Search. Es una obra breve y llama la atención (o no, pues tuvo formación inglesa)  que la escribiera en inglés y no en portugués; como era Pessoa, en concreto, un portugués de Lisboa.

Muy buena la portada de la edición Nordicalibros donde aparece una fotografía de Pessoa en un bar lisboeta tomando una copa  de vino y que él mismo envió a su novia/amiga Ofelia Queiroz con la dedicatoria: “En flagrante delito”.





El presidente de La Sociedad Gastronómica de Berlín—y ahora ya hablamos del librito—organiza una cena muy particular. El protagonista, Prosit, un alemán exuberante en sus formas  e impetuoso, promete una cena que nadie olvidará por su originalidad. Desde luego que sí. Con sorpresa final, incluida para él mismo. Como todo alemán, cree que al final de sus actos le felicitarán y lo harán un héroe. A veces, uno piensa si los alemanes han cambiado a mejor o no, y si pretenden con sus exigencias económicas poner un nuevo Reich en Europa.

Es un relato muy recomendable porque está muy bien escrito, y aunque se note un Pessoa todavía joven, su prosa es técnica a la vez que bella, precisa y culta. Y, sobre todo, como dice mi maridito: Qué lástima que Pessoa no hubiese desarrollado más su heterónimo  Alexander Search. Hubiera sido un gran escritor de novelas.

Ahora resulta obvio, por tanto, que el atractivo—por llamarlo de alguna forma—de Prosit radicaba en lo siguiente: en no ceder a la ira, en su empeño por agradar, en la peculiar fascinación que despertaba su ruda exuberancia, incluso quizás, por último, también en la intuición inconsciente del tenue enigma que encerraba su personalidad.

Con un argumento falaz, dio a entender que solo en la gastronomía la novedad era un valor preeminente, una forma sutil de sostener que esta, la gastronomía, era la única ciencia y el única arte. “¡Bendito sea el arte—exclamó el capitán—cuyo conservadurismo encierra en sí mismo una revolución perpetua!”. “Diría de él—continuó—lo que Schopenhauer dice del mundo, que se mantiene a sí mismo gracias a su propia destrucción”.



sábado, 22 de diciembre de 2018

La mujer en la ventana





Un thriller psicológico, aceptable, aseaico, que, sin ser una cosa del otro mundo, mantiene la tensión narrativa. ¡No es poco! Lo de “aseaico” es un dicho de los flamencos de CT, los rampistas como mi maridico, cuando quieren calificar a los cantaores correctos pero sin duende.

El argumento es sencillo, como todos los argumentos: Una mujer que padece agorafobia presencia  por la ventana de su casa el asesinato de su vecina de enfrente. El caso es que tras denunciarlo a la policía resulta que la mujer a la que supone han asesinado, en realidad, está vivita y coleando, por lo que nadie la cree. Encima, la protagonista está alcoholizada y toma una medicación que podría producirle alucinaciones.

Así que se encuentra sola, aislada en su casa de la que no puede salir (se supone un ambiente claustrofóbico, aunque a mí no me lo parece en absoluto, teniendo en cuenta que vive en un super chalet), haciendo fotos como James Stewart en "La ventana indiscreta". Anna Fox bebe, sobrevive a base de pastillas, es cinéfila—el libro está repleto de múltiples referencias a películas, sobre todo en blanco y negro— y su único contacto con el exterior son las redes sociales, en concreto un foro de psicología (ella es psicóloga). 




Muy a menudo habla con su marido del que está divorciada y con su hija que vive con él. Aunque el lector ya se lo ve venir…  Y estás todo el rato diciendo ¿Será que? ¿A que va a ser que…? Pues sí. Lo es. Un cliché de novela negra.

La trama del asesinato (que lo hubo, desde luego, y todos lo sabemos) está bien estructurada. El autor se ha molestado en hacer algo creíble dentro de estos parámetros de novela negra, o al menos lo hace creíble. Y hay tensión. Hasta que quieres llegar al final, y saber.


Un libro entretenido. Todas las novelas negras o policiacas lo son o deben serlo.

Lo he contemplado durante horas desde la ventana de mi dormitorio, he visto caer la nieve en gruesos copos, helar las aceras, tapizar los escalones de las entradas, formar altas pilas en las jardineras.

sábado, 15 de diciembre de 2018

Tan poca vida


TAN POCA VIDA
De Hanya Yanagihara





Por fin empiezo a leer este libro, tantas veces recomendado por gente de mi confianza, tan bien considerado en las redes sociales como la novela que necesariamente hay que leer, con más de mil páginas, bueno, 1.004 en su versión española, para ser exactos.

Novela durísima, que te golpea, un libro que hace llorar a los críticos más severos y exigentes Todo esto dicen de ella.

Además, está considerado, o estuvo a punto de ser considerado el mejor libro del 2015 en EEUU. “Puff” “¡Cómo será la cosecha de ese año!” Me dice mi maridito recostado en su sofá.

No es que no me haya gustado. No sé cómo decirlo. Está bien escrita, la historia que cuenta es interesante, pero da tantos rodeos, escribe tanto y dice tan poco

Quiero decir que repite una y otra vez las mismas cosas, que son pocas. Hasta la saciedad insinúa que uno de los protagonistas ha sufrido malos tratos de niño, que puede que sea verdad, no lo niego. No seré yo quien le cuestione lo sucedido a sus personajes. Que fue abandonado, que le daban palizas, y padeció abusos sexuales. Y voy por la página 340, y tengo la sensación de no saber todavía poco o nada de esta historia. Como si quisiera rellenar. Así que me impaciento y me enfado, y dejo de leer. Hanya, mujer, si me lo vas a contar, cuéntamelo ya, y no me des más rodeos, le digo, le suplico, a la escritora.

La novela debería llamarse Tan poca vida y muchas páginas.



La historia gira en torno a cuatro amigos que después de la universidad deciden vivir en Nueva York, algunos de ellos comparten piso, y deciden buscarse la vida.  JB, es un artista negro gay, Malcom, arquitecto, mestizo y adinerado, Willen, un atractivo actor blanco, y Jude (el protagonista central) un gran y atormentado abogado. EL típico argumento de ir a la Mazanaza y lo que te pasa allí.

Interesante el mundo del artista en NY. Fiestas, relaciones, los pisos compartidos, los restaurantes, las exposiciones, las galerías.Pero ni la autenticidad del libro de Patty Smith (Premio nobel de literatura junto con Bob Dylan).

Aún así no he podido llegar al final de la novela Tan poca vida ,,, y muchas páginas.  Por lo que aviso. ¡No la he terminado! A lo mejor en otra ocasión reemprendo la lectura. Ya veremos. Por ahora no.

Mi maridito me dice que esta referencia a Mahler salva al libro……, así que la pongo.

Él reflexionó y empezó a cantar. Se sorprendió de haber escogido Ich bin der Welz abhanden gekommen,  de Mahler, aunque en realidad no le gustaba mucho Mahler y era un lied  lento, fúnebre y sutil, que no había sido compuesto para un tenor y era difícil de interpretar. Sin embargo le gustaba el poema; su profesor de canto de la facultad lo había tachado de “romanticismo de pacotilla”, pero él siempre había creído que la traducción era mediocre. Aunque la interpretación clásica del primer verso era “Estoy perdido para el mundo”, él lo traducía como “He abandonado el mundo”, que creía menos autocompasivo y melodramático y más resignado y ambiguo. “He abandonado el mundo/en el que tanto tiempo malgasté” El lied  trataba sobre la vida de un artista, lo que él estaba lejos de ser.