LA CONJURA

sábado, 18 de noviembre de 2023

EL PROBLEMA FINAL


 


En “El problema final” Arturo Pérez Reverte ha querido rendir homenaje al género de novela negra y policíaca. Durante un fuerte temporal en la isla griega de Utakos, muy cerca de Corfú, nueve huéspedes se quedan aislados en el único hotel local. Y como en las novelas de Agatha Christie se cometerán varios asesinatos, lo que indefectiblemente lleva a la conclusión de que el asesino está entre ellos.


Como nadie puede entrar ni salir de la isla debido a la tormenta, deciden que la investigación corra a cargo de quien hasta ese momento tiene más parecido a un policía: Hopalong Basil, un actor en decadencia conocido por interpretar a Sherlock Holmes, y al que se le suma en la investigación un escritor español de novelas baratas.


Al final, no adiviné quien era el asesino. Y aunque fue una sorpresa descubrir su identidad, no me gustó la solución que da el autor al desarrollo de los crímenes por cuya explicación (al menos en dos de los asesinatos) está cogida por los pelos.


La novela tiene su parte metaliteraria y metacinematográfica con continuas referencias sobre las teorías de construcción y estructura de novela negra y al cine negro de Hollywood de aquella época. Sin embargo su lectura se me ha hecho muy pesada.



Lo que me gusta de esa clase de novelas es que, grandes clásicos aparte, son las únicas que se prestan a leerlas dos veces.


Comprendo. Una para desvelar el misterio y otra para comprobar como se ha planteado… ¿Se refiere a eso?


Sí, exacto. Y lo que más me fascina es el arte narrativo del engaño.


Todo puede utilizarse para mentir—añadí—, y usted me dio las claves. El duelo en una novela policíaca no es entre el asesino y el detective, sino entre el autor y el lector.






1 comentario :

  1. Este libro me tuvo varado una semana. Cuando leo novelas, cuando voy al cine o veo la televisión, me abro al engaño y no me importa si un dibujo que representa a un perro habla: me lo creo. En el libro de "mi amigo" aparecen algunas conversaciones entre el español y el actor británico que no me encajaron y me hicieron patinar en la lectura. Por lo demás, el libro me pareció estupendo.

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