LA CONJURA

miércoles, 27 de julio de 2011

LIBERTAD CONSTITUYENTE



LIBERTAD CONSTITUCIONAL






De ANTONIO GARCÍA TREVIJANO

Domingo 24 de Julio de 2011, Calle Huertas 57, Antonio Garcia Trevijano, D. Antonio, presenta un librito titulado Libertad Constitucional en un conocido local de música jazz de Madrid de nombre La Fídula. La tarde anterior nos recibió en su casa de Somosaguas. Nos esperaba a la entrada del vestíbulo con una impecable chaqueta blanca, y pañuelo en el bolsillo cual dandy inglés, apoyado en un bastón hizo las veces de anfitrión en la terraza frente a la piscina, obsequiándonos con fresas y moras mientras hablaba de libertad, valentía, verdad… y generosidad.

El libro de apenas setenta páginas, es un libro divulgativo, resumen de la teoría de la acción política que García-Trevijano aporta en otro anterior de más difícil lectura: “La teoría pura de la República” Editorial el Buey Mudo apelativo por el que se conocía a Santo Tomás de Aquino.

El autor nos advierte de la existencia en esta primera edición de dos erratas y de la omisión de dos páginas, aunque reconoce que por eso mismo tendrá en su día valor de coleccionista.; lo cual nos hace pensar. ¿Estaremos realmente ante un hecho decisivo en la historia del pensamiento político?. D. Antonio no tiene la menor duda.

El español y europeo no puede indignarse por los atropellos e injusticias cometidos por los políticos en el ejercicio de sus funciones porque ello es inherente a la naturaleza de la partidocracia o Estado de partidos, nombre que recibe el régimen político vigente; como lo es asimismo los delitos del delincuente común que son propios de la naturaleza humana, y como sería síntoma de locura indignarse por el reparto de daños causados por un terremoto o por el ataque de una fiera a su presa. Y pone de vuelta y media a Hessel y a su panfleto “Indignaos” cuyo único efecto es el de calmar las conciencias insatisfechas y no de buscar soluciones. El general francés De Gaulle, símbolo de la resistencia francesa, no mostró indignación por lo que hacían los nazis, algo por otra parte normal que ocurriera bajo el fascismo, sino por lo que NO hacían los patriotas franceses.

“La Spanish revolution consiste en que los indignados pidan a los indignantes que dejen de ser indignos”. Una estupidez para Don Antonio.

Hablando de dignidad: “Aquello que es superior a todo precio, lo que no admite equivalente, es lo que tiene dignidad”(Kant, Metafísica de las Costumbres).

No hay otra verdad en política que la libertad colectiva. Y esta libertad comienza con la no participación en el indigno sistema electoral de la actual partidocracia (también llamada oligarquía de partidos en la que el poder y la democracia se limitan a pasar de un partido a otro, como si se tratase de una clase o casta especial). La partidocracia basada en listas cerradas o abiertas de candidatos designados por los aparatos dirigentes de cada partido estatal, fue la que dio la mayoría absoluta de los escaños a Mussolini con menos de una cuarta parte del censo y llevó a Hitler al poder absoluto en un paseo triunfal.

Una abstención cercana a dos tercios del electorado deslegitimaría al Estado de Partidos, que serían siendo legales, e incluso tendrían el cinismo de continuar en las instituciones, pero ya no serían legítimos.

Los partidos y sindicatos estatales aceptan planes reaccionarios para salvar su poder de clase política incorporada al Estado. Este poder sería disuelto si en lugar del sistema electoral de listas de partidos se estableciera el sistema electoral de candidaturas unipersonales en distritos pequeños, por mayoría a doble vuelta, bajo mandato imperativo y revocable de los electores.

El Estado de Partidos es la suprema expresión de la razón de Estado. Se basa en el monopolio partidista de la violencia y de la represión cultural. Cualquier dirigente de partido o sindicato estatal tiene intereses más afines con los de la oligarquía financiera que con los de la clase trabajadora, y trata más y mejor a los oligarcas que a sus votantes.

La teoría de la libertad constituyente propone lo siguiente:

Todos los partidos políticos y sindicatos deberán financiarse por sus afiliados y NUNCA por el Estado. Los políticos o representantes serán elegidos desde distritos o mónadas, las candidaturas serán unipersonales, bajo mandato imperativo, pudiendo ser revocados por sus electores en cualquier momento, (que son quienes le pagan) sustituyéndose por otro representante elegido a tal efecto como reserva.
El sistema actual de listas proporcionales supone un fraude a la sociedad civil. Los diputados aprietabotones sólo pueden representar a quien los ha elegido, es decir, quien ha elaborado la lista y deben por tanto sumisión al jefe de partido y no al ciudadano.

El presidente de la República sería elegido directamente por los ciudadanos por mayoría absoluta, a doble vuelta si fuera necesario. Desaparece el Ministerio de Justicia. La elección del Presidente del Consejo de Justicia se hará por mayoría absoluta de los electores integrados en el mundo judicial (Jueces, abogados, fiscales, Procuradores… y personal dedicado a la Administración de Justicia). Adios a la servidumbre voluntaria del mundo judicial. Así configuramos la independencia del poder judicial y la separación de poderes: Judicial, legislativo y ejecutivo.

Se puede sostener que la democracia se define mejor por el poder del pueblo para deponer a sus representantes y gobierno que por el poder de elegirlos.

Se necesita pues, un referéndum constituyente que sea electivo y no plebiscitario (si/no) para elegir la forma de Estado (República Constitucional, Monarquía…)


La frase: La verdad, que no debe confundirse con el desencanto de las ilusiones, se corrompe con el silencio.NOTA: 8,5


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