LA CONJURA

viernes, 14 de noviembre de 2014

NOS VEMOS ALLÁ ARRIBA

DE
PIERRE  LEMAITRE

Galardonada con el Premio Goncourt 2013, y por tanto,  un éxito de ventas en Francia. Por cierto, el éxito de este premio no es la cuantía económica – tan sólo 10 € —sino las ventas millonarias que supone regalar el libro en navidad. Es una costumbre francesa,  como  Sant Jordi en Cataluña.


Te doy cita en el cielo, donde espero que Dios nos reúna. Nos vemos allá arriba, mi querida esposa…
(Últimas palaras escritas por Jean Blanchard, el 4 de diciembre de 1914, fusilado por abandonar su puesto y rehabilitado años más tarde)


Historia de dos soldados en la I Guerra Mundial,  gravemente heridos y enfrentados a un oficial,  que es un asesino y que usa la contienda en beneficio propio, caiga quien caiga.

La narración resulta un folletín altamente adictivo, con personajes maniqueos. Comienza el libro con el  absurdo ataque de una unidad francesa  el día antes del armisticio. En este ataque se unirá el destino de dos soldados: uno de ellos, Édouard, queda  terriblemente desfigurado cuando salva la  vida a Albert, al desenterrarlo de un hoyo producido por un obús.

Édouard Péricourt, con grandes dotes para el dibujo, procede de una familia adinerada e influyente, sin embargo, al terminar la guerra se niega a volver a su casa.  Albert Maillard, que está en deuda con él,  lo ayuda,  falsifica documentos para que le den por muerto, trabaja, busca comida,  y le proporciona morfina  para los dolores que sufre y de la que al final  se hace adicto.

 Después de la guerra los dos amigos tratan de sobrevivir…

… así es como acaba una guerra, mi querido Éugene, con un inmenso dormitorio lleno de tipos exhaustos a quienes  ni siquiera son capaces de mandar a casa en condiciones. Nadie que te diga una palabra o simplemente te estreche la mano. Los periódicos nos prometían arcos de triunfo, pero nos amontonaron en barracones abiertos a los cuatro vientos. “La emocionada gratitud de una Francia reconocida”, se ha convertido en continuas pejigueras, nos regatean los 52 francos del peculio, nos escatiman la ropa, la sopa y el café, nos llaman ladrones.



Lo que más me ha gustado de la novela es el inicio.


Todos los que pensaban que aquella guerra acabaría pronto habían muerto hacía mucho tiempo. Precisamente a causa de la guerra.
               

¡ Y qué verdad es ¡  Apto para leer estas navidades.


Y  al puro estilo  Mariplatónica, yo también voy a poner música, porque viene al hilo de la novela y porque me gusta muchísimo esta habanera: El Soldado







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