LA CONJURA

miércoles, 29 de junio de 2011

Fahrenheit 451

Fahrenheit 451

Ray Bradbury


En una sociedad futura los bomberos provocan fuegos en vez de apagarlos. Se prohibe tener libros y leerlos. Si un ciudadano rebelde quebranta la ley y esconde algún libro en su casa, entonces sonará la señal de alarma en el cuartel de bomberos y éstos llegarán con las mangueras de petróleo dispuestos a quemar el libro, la casa o lo que haga falta y por supuesto, arrestarán al dueño. En una ocasión al llegar a una casa, la propietaris, una anciana que poseía una gran biblioteca, se niega a salir de su casa, ardiendo junto a sus libros.

A partir de este hecho y también del encuentro fortuito con una joven llamada Clarisse, Montag, que trabaja como bombero, empieza a cuestionarse su trabajo, busca respuestas sobre el sentido de la vida en la sociedad en la que vive. Su mujer es una desconocida, adicta a las pastillas, y que pasa todo el día viendo las enormes pantallas de televisión que cubren las paredes. Ni siquiera puede recordar dónde se conocieron.

Hasta resulta gracioso cuando un día le cuenta que forma parte de los actores de una obra. Cuando Montag le pregunta sobre el argumento ella no sabe qué contestar, al estar prohibido los libros, ella lo único que conoce son sus propios diálogos.

¿Y por qué están prohibidos los libros? El capitán Beatty lo explica. Los libros sólo producen infelicidad, nos hacen pensar, ver otros mundos a los que no todos podemos acceder y ello produce insatisfacción al ciudadano. La vida ha de ser inmediata y el placer ha de invadirlo todo después del trabajo, así pues ¿Para qué aprender algo que nos hará desgraciados?, es suficiente con realizar cosas prácticas y mecánicas como: apretar tuercas o botones, poner enchufes, pero nada que nos aparte del camino rápido y cómodo.

Parece que estemos en un mundo al revés: si conduces despacio te multan, si lees te queman la casa, si te haces preguntas te toman por loco o radical y contrariamente se premia a la madre desnaturalizada que odia a sus hijos, está bien visto votar al político más guapo y no al más competente (esto me suena), no leer (ehh, también me suena), no apreciar la poesía, ni la naturaleza, no mirar las estrellas nunca, sólo trabajar, mirar la tele y tomar pastillas para ser feliz y dormir.

Ray Bradbury nació en agosto de 1920 y todavía vive, y lee, y escribe y no lo han quemado. Fahrenheit 451 (temperatura a la que arden los libros), es junto a 1984 y Un mundo feliz , una novela distopica puesto que se desarrolla en una sociedad no utópica, los hechos que se relatan no son los de una sociedad ideal sino al contrario son los de un Estado totalitario que manipula y adoctrina al ciudadano bajo una apariencia de Estado benevolente.

La frase: Empezó a tirar tierra y polvo a la hoguera…todos los hombres movieron sus manos, apagando el fuego conjuntamente (claro está que esto es al final, después de muchos padecimientos y de muchos incendios provocados).












NOTA : 7,75

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