LA CONJURA

viernes, 6 de octubre de 2023

NO TE VERÉ MORIR

 




La última novela de Antonio Muñoz Molina—septiembre 2023— nos cuenta la emotiva historia del reencuentro entre dos amantes tras cincuenta años separados.


Gabriel Aristu y Adriana Zuber protagonizaron en su juventud una apasionada historia de amor. Pero no pudo ser. Él tenía miedo de defraudar a sus padres que tanto se sacrificaron y le ayudaron. Así que dejó la música que era lo que realmente le gustaba y eligió la carrera y profesión equivocadas marchándose a vivir a EEUU. Adriana Zuber quedó en España atrapada en un matrimonio condenado al fracaso.


Ninguno de los dos tuvo una existencia plena. Ambos convivieron con la frustración y el dolor, y con la nostalgia por el recuerdo de aquellos que una vez fueron.


El autor usa un estilo de escritura parecida a la de Proust, Joyce, Juan Goytisolo, Thomas B., y otros en la que imitando el flujo de la conciencia no usa puntos.


La novela tiene, sin embargo, sus altibajos aunque Antonio Muñoz sigue mereciendo el Premio Nobel y otros muchos galardones. El continente es, en ocasiones, experimental, setenta y tres páginas con muchos signos de puntuación pero sin un punto y que constituyen una sola oración; luego, en el contenido, vuelve a aflorar el Muñoz Molina que conocemos, con su prosa musical, detallista, espléndida y su capacidad para fabular y emocionar.


El título de la obra se debe a un poema (“Ya no”) de Idea Vilariño escrito para el novelista Juan Carlos Onettiadmirado por Antonio Muñoz Molina—. Ellos, al igual que los protagonistas de la novela, mantuvieron una relación apasionada e intermitente en el tiempo.

Ya no

Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya
no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.

 


Dijiste que volverías pronto y has tardado cincuenta años.

Cuarenta y siete en realidad.

El hombre experto en números.

No he dejado de acordarme de ninguno de tus cumpleaños. Cada Nochevieja, justo a las doce, pensaba dónde estarías, cómo lo estarías celebrando, con quién. Si te estarías acordando de mi.

Podías haberme escrito. Hasta podías llamarme por teléfono, si hubieras querido. Podías haberme visitado alguna vez.


Tenía miedo de morirme sin haber podido contarte todas las cosas que te he contado en los sueños, sin que tú llegaras a saber todo lo presente que has estado en mi vida. Tomaba decisiones de las que no estaba seguro y me preguntaba si tú las habrías aprobado. Había cosas que dejaba de hacer porque no tenía la menor duda de que te disgustaría que las hiciera. Veía una película, o leía un libro, o me entusiasmaba en un concierto, y entonces me entraba la duda sobre si a ti te hubiese gustado o no.




No hay comentarios :

Publicar un comentario